En su declaración en la Cámara Alta, explicó que mantuvo una relación con José Luis Ábalos y trabajó en Logirail. La compareciente detalló que conoció a Ábalos en 2019 durante un mitin del PSOE que el entonces ministro realizó en Gijón, donde se presentó como militante del partido y compañera. Inicialmente la relación fue «como compañera militante y compañeros de partido», según declaró.
Montes reveló que la relación con Ábalos evolucionó con el tiempo y se convirtió «en algo más», confirmando que mantuvo una relación afectiva con el exministro después de empezar a trabajar en el sector ferroviario.
La exempleada de Logirail denunció que habia recibido amenazas desde que en un programa televisivo desveló lo que le había contado Ábalos sobre el presidente del Gobierno. Estas presiones se intensificaron tras hacer públicas sus declaraciones sobre la supuesta implicación de Sánchez. Detalló que ella reveló en un programa televisivo que el exministro le reveló que estaba «cabreado» con el presidente y que el exministro le dijo que el jefe del Ejecutivo «lo sabía todo el tema de la corrupción». El exdirigente socialista también se quejaba que Sánchez lo que le reprochara a él es ser «putero»
Montes anunció que aportará a la comisión una conversación mantenida con Ábalos en la que el exministro le confirma de manera explícita que «Sánchez sabía todo sobre la corrupción» relacionada con la trama investigada.
Esta conversación, según la compareciente, constituye una prueba documental de la implicación del presidente del Gobierno en los hechos investigados por la comisión del ‘caso Koldo’ del Senado. La exempleada de Logirail insistió en que esta conversación demuestra que el conocimiento de las irregularidades llegaba hasta los más altos niveles del Ejecutivo, contradiciendo las versiones oficiales del Gobierno.
Sus declaraciones suponen uno de los testimonios más comprometedores para el presidente del Gobierno en el marco de esta investigación parlamentaria sobre la trama de corrupción vinculada a Koldo García. Montes aseguró que Ábalos le advirtió sobre las posibles consecuencias de sus revelaciones en televisión, diciéndole que «el Gobierno irá por ti» y que «el presidente de Asturias puede conseguir que nunca vuelva a trabajar en Asturias».
La compareciente mostró su indignación por la falta de apoyo recibido desde su propio partido, especialmente de las mujeres socialistas. «Me faltó el apoyo de mis compañeras. De las del ‘hermana, yo sí te creo'», declaró con dureza. Sus críticas se dirigieron especialmente hacia las senadoras del PSOE presentes en la comisión, a quienes reprochó su silencio ante las denuncias que había realizado sobre irregularidades en el ministerio de Transportes.
Montes reveló que trató de avisar tanto a Adrián Barbón como al PSOE sobre el amaño de contratos en el ministerio de Transportes, pero fue castigada y relegada «en un despacho cara a la pared» por sus denuncias. La ex empleada explicó que alertó de los amaños de contratos a Óscar Gómez Barbero, director general de la filial de Renfe Logirail, quien decidió guardar silencio ante estas irregularidades que le fueron comunicadas.
Según Montes, el premio a ese silencio de Gómez Barbero ha sido su posterior nombramiento como director general de Renfe, cargo por el que cobra 200.000 euros anuales, lo que considera una recompensa por no actuar.
La compareciente subrayó que sus intentos de denuncia interna fueron sistemáticamente ignorados y que incluso fue penalizada profesionalmente por intentar alertar sobre las irregularidades que había detectado en su trabajo.

