Actualmente, de los 1,5 millones de trabajadores públicos que pueden adherirse a la mutualidad, algo más de 1 millón optan por la vía de las aseguradoras, un 70%. Pero si la cifra se reduce y Muface pasa a ser una mutualidad menor –y el presupuesto actual se mantiene–, Asisa podría atender a una clientela más reducida e incluso sacar rentabilidad a la licitación, siempre y cuando aquellos que renuncien al seguro privado sean, en su mayoría, los más mayores.
Hasta ahora no hay datos disponibles de cuántos funcionaros se han cambiado a la pública, pero con Muface contra las cuerdas después de la decisión de DKV, habrá que esperar a final de enero para conocer la situación.