Tanto López, ministro de Función Pública y responsable directo de su continuidad, como García, ministra de Sanidad bajo la que puede recaer la asistencia médica del millón y medio de mutualistas son políticos de partido sin casi experiencia en faenas que no sean las de sus respectivos partidos y por su pertenencia a coaligados distintos presentan posturas enfrentadas sobre la continuidad del modelo, ya que López se empeña en defenderlo y, a día de hoy, sigue negociando con las aseguradoras, mientras que García lo considera «anacrónico» y sostiene que lo mejor sería la integración de los funcionarios en el Sistema Nacional de Salud.
El último enfrentamiento de posiciones se ha vuelto a producir este miércoles. En una entrevista en La Sexta, López ha asegurado que el Gobierno está haciendo «el mayor esfuerzo de la historia para salvar» Muface, a la que están adscritos uno de cada tres funcionarios. «El esfuerzo es máximo, no hay un precedente de una subida como esta y por lo tanto estamos en un momento de tener prudencia, de hablar con las aseguradoras y de garantizar ese nuevo concierto, que será de tres años, para dar estabilidad y tranquilidad». El ministro ha señalado que, a la espera de que se resuelva la licitación del concierto, los mutualistas están protegidos por la Ley de Contratos del Sector Público, que establece una prórroga que «se está aplicando con toda normalidad». «Hemos ampliado el plazo hasta el día 27 para resolver finalmente ese concierto, y yo cada día trabajo con mucha responsabilidad precisamente para conseguir que se renueve ese concierto, con un esfuerzo muy grande por parte del Gobierno. Espero que cuando finalice este plazo se pueda renovar», ha manifestado.
Estos esfuerzos ‘sobrehumanos’, sin embargo, son objeto de crítica por los sindicatos, que creen que el ministerio ha permitido que la situación haya llegado a este nivel crítico en el que los mutualistas se sienten «rehenes» de Gobierno y aseguradoras.
Por su parte, la ex diputada madrileña y ahora ministra por la ci¡uota de Sumar, ha querido recalcar en una rueda de prensa que la continuidad del modelo está en manos de Función Pública, y no de su ministerio, y ha culpado a las aseguradoras de la falta de acuerdo porque los mutualistas ya no son «rentables» para ellas al haber envejecido. Una actitud que parece querer torpedear los contactos que el propio López está teniendo estas semanas con las aseguradoras para asegurar la continuidad del concierto sanitario, incluyendo Asisa y DKV, que son precisamente las que han rechazado participar aduciendo pérdidas millonarias.
García sigue descalificando a la mutualidad, tachándola de «un subsistema anacrónico dentro del sistema». Asimismo, consideró que el debate ya no debe centrarse en «Muface sí o no», sino en «cuándo se realizará la integración de los mutualistas al Sistema Nacional de Salud».
Y en medio de todo ello los votos de los mutualistas madrileños, cientos de miles, en juego.