BBVA Research ha mantenido su previsión de PIB para España en 2023 en el 2,4%, pero ha rebajado las perspectivas para 2024, del 2,1% al 1,8%. En el último informe Situación España, los economistas del servicio de estudios de BBVA destacan que los datos que adelantan el comportamiento de la actividad, particularmente en Europa, muestran un empeoramiento generalizado. A esto se añade el reciente aumento del precio del petróleo. En España, la productividad por hora de trabajo ha mostrado una caída inesperada en el segundo trimestre de 2023. Además, se perciben problemas de oferta en ciertos sectores y la demanda interna estará restringida por unos tipos de interés elevados y por la necesaria reducción del déficit público el siguiente año.
Extremadura (2,3%), Castilla-La Mancha (2,0%), Andalucía (2,1%) y Murcia (1,8%) crecerán por debajo de la media al descontar las consecuencias de la sequía, que habría evitado una mayor creación de empleo en estas regiones.
El empuje de las exportaciones de bienes, la recuperación del sector industrial, y especialmente del automotriz, apoya el dinamismo en Aragón y Castilla y León, cuyo crecimiento igualará al del país (2,4%). Sin embargo, La Rioja, (2,3%), Cantabria (2,0%), País Vasco y Navarra (1,9%) y la Comunidad Valenciana, Asturias y Galicia (2,1%) mantendrán un avance por debajo de la media al no experimentar aún esa mejora clara de la industria. El dinamismo de las ventas al exterior apoya la revisión al alza en la región gallega, pero no de forma suficiente para situar su crecimiento por encima del de España.
No obstante, la desaceleración de Europa y los datos de julio anticipan que la recuperación no será tan vigorosa como se había anticipado hace unos meses.
Para el siguiente año, el PIB de España se ha revisado a la baja en 0,3 puntos, lo que sitúa el crecimiento en 1,8% debido al empeoramiento generalizado de la demanda exterior, afectada por el aumento de precio de los combustibles, y las restricciones al crecimiento en algunos sectores, como el turismo (nuevamente, en máximos históricos de ocupación), o la vivienda. No obstante, la superación del episodio de sequía debería permitir a las comunidades con más peso de la agricultura retornar a un crecimiento similar a la media, señalan los expertos de BBVA Research. A nivel regional, Andalucía (1,8%), Extremadura (1,8%), Murcia (1,8%) y Castilla-La Mancha (1,7%) cerrarían el diferencial negativo con España que presentaron en 2023.
El avance de la actividad industrial, favorecido por una mejora de la demanda europea y la eliminación de los cuellos de botella, debería permitir un crecimiento del PIB por encima de la media en la mayoría de las regiones del norte: Navarra, Aragón y País Vasco (2,2%), Galicia, Castilla y León y Cantabria (2,1%), Asturias (1,9%) y La Rioja (1,8%).
La revisión del escenario para España no afecta al consumo de no residentes, lo que permite no modificar adicionalmente las previsiones de crecimiento en 2024 para Canarias y Baleares, que afectadas por las restricciones a la producción de vivienda y la moderación del avance del turismo serán las que muestren un menor dinamismo en el próximo año, con crecimientos del 1,4% y del 1,5%, respectivamente. En Cataluña, la Comunidad Valenciana y Madrid (1,9%), estos factores se compensarán con la recuperación del sector industrial y de los servicios no turísticos y presentarán un diferencial de crecimiento positivo con España en 2024.
La inflación subyacente se mantendrá elevada y se moderará la creación de empleo
El aumento de precio de los combustibles y la persistencia de la subyacente frenan la corrección de la inflación, que en Galicia, Murcia y Castilla-La Mancha repunta en más de un punto porcentual entre junio y agosto. Por su parte, la subyacente supera el 5% en todas las comunidades autónomas, y el 6,5% en Cantabria, Castilla-La Mancha y Baleares, lo que podría implicar riesgos de segunda ronda en los precios.
Los efectos del encarecimiento de la financiación sobre la economía española ya son tangibles. La venta de viviendas ha pasado de mantenerse, en promedio, alrededor de las 63.000 unidades por mes en el primer semestre del 2022 a caer hasta las 57.500 unidades en los nueve meses siguientes (-8,4%). La financiación hipotecaria y empresarial también han vuelto a caer, por el repunte de la inflación y de los costes de producción en 2022 y de la puesta en marcha de un plan de inversión pública sin precedentes en los últimos años.
En cuanto al empleo, tras el dinamismo generalizado de la afiliación durante el primer semestre del año, los datos del tercer trimestre apuntan a una moderación de este crecimiento. BBVA Research espera que su crecimiento anual en España sea del 2,5% este año y se ralentice hasta el 1,8% en 2024.
La afiliación crecerá menos en todas las comunidades autónomas. La desaceleración se nota especialmente en los servicios privados en el tercer trimestre, que son los que habían estado impulsando en mayor medida la mejora de la ocupación en trimestres anteriores. Canarias, Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid, Baleares, Comunidad Valenciana y Cataluña siguen mostrando el mayor dinamismo en el tercer trimestre, pero lejos de los incrementos observados en el primer semestre. Por el contrario, corrigiendo la estacionalidad de los datos la afiliación cayó en Cantabria, Asturias y Andalucía en el tercer trimestre.
Las comunidades autónomas que van a registrar un mayor crecimiento en el empleo en términos EPA durante 2023 son Canarias (4,5%) y Baleares (3,6%), Cataluña (3,3%) y la Comunidad Valenciana y Andalucía (2,7%). Por el contrario, Castilla y León (0,4%), y Navarra y Extremadura, ambas con 0,9%, serán las más rezagadas. En 2024, la Comunidad de Madrid será la región en la que más crezca (2,7%), seguida de Aragón, Asturias y País Vasco, todas con un 2,2%. Por el contrario, Murcia (0,9%) y Canarias (0,6%), serán las que vean más limitado el dinamismo de su actividad laboral.