Acontecimientos como el Black Friday o las fiestas navideñas se posicionan entre los momentos de mayor consumo y son cada vez más los compradores que optan por los canales digitales para realizar sus compras. Sin embargo, estas fechas, que registran picos en consumo online, también se han convertido en escenario ideal para la proliferación de ciberfraudes y delitos digitales, poniendo en jaque la seguridad de los usuarios.
El impacto de este fenómeno es evidente: las compras online se han convertido en la segunda operación bancaria más común en España (26 %), solo superada por la consulta de saldo y movimientos bancarios (36 %). En tercer lugar, se sitúan los pagos a través de Bizum (22 %), con especial relevancia entre los más jóvenes. Esta es una de las conclusiones de la encuesta de ‘Ciberseguridad y hábitos de uso de canales digitales’, elaborada por CECA en colaboración con Sigma Dos, que analiza el comportamiento, el conocimiento y los hábitos de uso de los canales digitales; la exposición y medidas de protección de los clientes ante los ciberataques; y la valoración de los usuarios sobre las iniciativas de las entidades bancarias para afrontar la ciberdelincuencia.
• El 84 % de los usuarios afirma sentirse seguro cuando opera a través de su banca digital
• A las puertas de periodo de mayor consumo del año, las compras online se posicionan como la segunda operación más común en España con la banca digital, según un estudio de CECA
• Cuatro de cada diez encuestados utilizan diariamente los canales digitales bancarios
• Ocho de cada diez usuarios de canales digitales consideran grave la amenaza de ciberataques, pero solo la mitad cree probable ser víctima directa
• Respecto al conocimiento de la ciberseguridad, seis de cada diez reconocen tener nociones limitadas, una carencia que se acentúa especialmente entre mujeres y personas mayores de 65 años
En un escenario marcado por la digitalización acelerada y la integración constante de nuevas tecnologías en el sector financiero, los usuarios de la banca digital observan con creciente inquietud la amenaza de los ciberataques. Así, la percepción media del riesgo de ser víctima de un ciberataque se sitúa en 8,3 sobre 10, y un 85,9 % los califica como graves, otorgándoles una calificación por encima del 7. A pesar de esta percepción colectiva, solo la mitad de los encuestados cree probable ser víctima directa de un ciberfraude, reflejando una aparente desconexión entre la consciencia del riesgo y la percepción de vulnerabilidad a nivel personal.
Asimismo, ante la constante evolución de la tecnología, la sociedad también ha sido testigo del auge de los ciberataques desplegados mediante técnicas de ingeniería social, es decir, aquellas que explotan el error humano en lugar de una brecha de seguridad informática. Los métodos más temidos incluyen los mensajes sospechosos recibidos por correo electrónico, SMS o WhatsApp, señalados por un 73 % de los encuestados; las llamadas falsas en nombre de entidades o empresas legítimas, con un 42 %; y los intentos de contacto por redes sociales, que preocupan a un 35 %.
En un panorama donde la digitalización transforma el día a día de millones de personas, las entidades bancarias tradicionales se consolidan como pilar de confianza para la gestión y protección de datos personales en los canales digitales. Así lo demuestra el estudio, que otorga a estas instituciones una puntuación media de 7,5 sobre 10 en términos de confianza, por delante incluso de las Administraciones públicas. Además, tres de cada cuatro usuarios valoran como buenas o muy buenas las medidas de seguridad implementadas por sus bancos y cajas de ahorros.
El uso de la banca digital ha alcanzado niveles históricos, convirtiéndose en una herramienta indispensable para la operativa diaria. Cuatro de cada diez encuestados acceden a estas plataformas todos los días, y un 88 % lo hace al menos una vez por semana. En este entorno, el 84 % de los usuarios afirma sentirse seguro al operar con su banca digital.
La percepción de seguridad no se limita al uso cotidiano, sino que también refleja un reconocimiento hacia las iniciativas de las entidades bancarias. Un 78 % de los encuestados reconoce que su entidad se preocupa por la seguridad de sus datos financieros y personales, y tres de cada cuatro encuestados se muestran satisfechos o muy satisfechos con las medidas de ciberseguridad adoptadas por su banco o caja de ahorros. Además, ante un fraude, las entidades bancarias son consideradas los actores mejor preparados para la protección ante posibles fraudes financieros en Internet,