La firma logra así cerrar la primera desinversión antes de ponerse manos a la obra con la búsqueda de un socio industrial español para sus activos en España y Francia.
La operación engloba dos de las tres filiales internacionales que se habían puesto en el mercado. Queda fuera el negocio en Polonia -la mayor instalación de las tres-, que está por ver el futuro que le espera. La cifra de la venta sería de 600 millones de euros, por debajo de los 1.000 millones de euros que la organización aspiraba a captar con el movimiento.
El capital percibido se destinará a recortar la deuda del grupo con los propios fondos de inversión que tomaron el capital tras la aprobación del plan de reestructuración en septiembre de 2023. Una vez afrontada la desinversión en el negocio internacional, Celsa deberá iniciar la búsqueda de un socio español que tome el 20% del capital, tal y como se comprometió con el Gobierno para que diese luz verde a la entrada de los fondos en el accionariado.
El fondo Sev.en Global Investments, conocido comercialmente como Sev.en GI, es el family office del inversor checo Pavel Tykac. Está centrado en el sector energético y la extracción de recursos naturales, principalmente el carbón. Tiene operaciones en Aeuropa, Australia, Norteamérica y Asia.