Esta caída se produce después de que el consumo de cemento en España cerrase 2023 con un desplome cercano al 3%, su segundo descenso anual consecutivo, y 14,4 millones de toneladas, lo que supone retroceder a las cifras que se registraban a finales de los años 60. Para este ejercicio la patronal cementera prevé un estancamiento con un ‘crecimiento 0’ del consumo, según señaló recientemente el presidente de Oficemen, Svaiter. Además de la caída del consumo, la producción de cemento el pasado mes de enero disminuyó un 18,7% interanual hasta 1,16 millones de toneladas.
Además, las exportaciones cayeron en enero un 20,5%, sumando siete meses de retrocesos, y registraron 346.436 toneladas, 89.076 menos que el mismo mes del pasado año. En el caso de las importaciones, el recorte fue del 72,6% hasta las 45.115 toneladas.
Por su parte, el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, ha reclamado un marco jurídico estable y el apoyo decidido de todas las administraciones públicas para apostar por tecnologías de captura y almacenamiento de CO2 con las que alcanzar la neutralidad climática de la industria ya que su competitividad a futuro depende de ello. Además, ha destacado las alianzas que ha suscrito la patronal con entidades de referencia del sector energético como Enagas, aelēc y Anese con el objetivo de trabajar conjuntamente para acelerar la transición ecológica del sector cementero.