Todo ello, en un trimestre que ha estado caracterizado por una cierta ralentización de los mercados, agravada por algunos efectos estacionales, si bien esta evolución es desigual en las diferentes áreas geográficas.
El EBITDA ha alcanzado 90 millones de euros, un 5% de crecimiento respecto a los primeros tres meses de 2023, destacando especialmente la contribución de los negocios en Europa, México y Norte de África. Esta mejora del resultado operativo se apoya principalmente en la contribución neta de precios sobre costes y en los planes de eficiencia.
Por el contrario, el menor volumen y el tipo de cambio han tenido un impacto desfavorable, especialmente por la fuerte devaluación del peso argentino en el cuarto trimestre del año anterior. El margen EBITDA ha aumentado en 1,7 puntos porcentuales hasta el 26,9%.
Por lo que respecta a la deuda financiera neta, durante el primer trimestre ha seguido disminuyendo hasta alcanzar un saldo neto de tesorería de 46 millones de euros. Esta «sólida situación financiera» constituye una gran palanca para el desarrollo de nuevas oportunidades de crecimiento y para ejecutar las inversiones previstas en la hoja de ruta de sostenibilidad 2030.
«En el primer trimestre de 2024 hemos alcanzado resultados operativos muy sólidos, en línea con el plan estratégico 2024-26, y avanzado a buen ritmo en la ejecución de nuestra hoja de ruta ‘net zero’ hacia la descarbonización», ha explicado Julio Rodríguez, consejero delegado de Cementos Molins. «Quiero expresar mi más sincera gratitud a todo el equipo de profesionales de Cementos Molins por su esfuerzo, compromiso y excelentes resultados», ha concluido.