En un primer análisis realizado por los servicios jurídicos de la Confederación, el documento planteado en la mesa del diálogo social señala que la subida del SMI se aplicará «sobre la totalidad de las percepciones económicas del trabajador», con la excepción de los complementos relativos a la actividad, «como los pluses de nocturnidad, toxicidad, penosidad, peligrosidad , turnicidad o disponibilidad». También introduce que no se podrán absorber aquellos complementos personales ligados a la antigüedad o formación, los incentivos, ni las primas de productividad o por formación.
En esta mesa de diálogo, que se está abordando en paralelo al incremento del SMI de 2026, la patronal negocia un real decreto que, entre otros asuntos, establece la creación de una comisión asesora y la obligación legal de que el salario mínimo cumpla con lo que fija la Carta Social Europea de que suponga el 60% del salario medio neto, una cuestión que denuncian ya se cumple una mayoría de provincias y regiones.
Ante las últimas decisiones de Díaz y tras un primer encuentro de la mesa de diálogo social abierta esta semana por el Ministerio de Trabajo para abordar una eventual reforma del despido, la CEOE ha decidido en su último comité ejecutivo y en su junta directiva levantarse de la misma por los «reiterados incumplimientos» por parte de la ministra, ya que la recuerdan que la reforma del despido quedó expresamente fuera de la reforma laboral pactada en 2021, por lo que supone de «deslealtad» por parte del Gobierno y de los sindicatos, por lo que «no tiene sentido negociar una cuestión que daña el diálogo social y ya nace viciada».