Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, el número de parados habría descendido en julio en 10.830 personas, situando así el número total de desempleados en las 2.550.237 personas, su cifra más baja desde septiembre de 2008.
Julio finaliza con 9.783 cotizantes menos de media y un tímido descenso del paro en 10.830 personas, lo que denota una desaceleración en la creación de empleo en la que pueden estar incidiendo factores como el aumento de los costes empresariales y la incertidumbre regulatoria, en un mes en el que tradicionalmente aumenta el empleo al coincidir con la temporada estival y el efecto tractor de las actividades vinculadas al turismo.
Pese a ello, se mantiene el récord de afiliación a la Seguridad Social, con cerca de 21,4 millones de personas afiliadas en media mensual de julio, debiendo destacar el importante papel del sector privado como motor de la creación de empleo, a pesar de los riesgos e incertidumbres existentes.
De hecho, en los últimos meses se viene confirmando un crecimiento muy diverso en el empleo entre la empresa
de pequeña dimensión y la gran empresa, que está compensando la caída de trabajadores en las microempresas donde el peso del
empleo sobre el total ha descendido del 21,6% en 2019 al 18,9% en junio de 2024, con crecimientos interanuales que van del 0,08% en las empresas de 1 a 2 personas trabajadoras al 10,15% en
las de más de 499 trabajadores, según datos de empresas inscritas en la Seguridad Social
Las mujeres superan los 10 millones de afiliadas, lo que supone el 47% del conjunto de los trabajadores, con un crecimiento en términos interanuales por encima de la media al igual que
ocurre con el empleo juvenil Caen los autónomos en casi 5.000 en
julio, destacando el descenso, al igualque, en el Régimen General, del Sectorde la Educación coincidiendo con la finalización del curso escolar. No obstante, el Régimen de autónomos se aproxima a los 3,4 millones, la cifra más alta desde 2008.
En desempleo el mayor descenso tiene lugar en el sector Servicios, seguido a distancia por el producido de forma tenue en Agricultura e Industria y algo mayor en el Colectivo sin empleo anterior, aunque crece en Construcción.
El paro se sitúa en más de 2,5 millones de personas, que pese a ser la menor cifra desde septiembre de 2008,marcando los niveles más bajos de paro juvenil y femenino desde ese año, nos sitúa a la cabeza de las tasas del desempleo de la Unión Europea, con un
fuerte componente estructural. Esta circunstancia requiere seguir
avanzando en mecanismos que faciliten el ajuste entre la oferta y la
demanda de empleo -políticas activas de empleo, movilidad geográfica y funcional y formación a lo largo de la vida- para dar satisfacción a las necesidades presentes y futuras de las
personas trabajadoras y de las empresas.
En cuanto a la estabilidad en el empleo, la temporalidad se mantiene en niveles significativamente bajos, pues casi cuatro de cada diez contratos formalizados son indefinidos, situándonos en el entorno de los 14 millones de ocupados con contrato indefinido, de los que más de 9,6 lo son a tiempo completo, con especial descenso de la contratación temporal en las mujeres y claramente en los jóvenes. Con el fin de estimular la inversión que todavía se encuentra un 1,3% por debajo de finales de 2019, consolidar los
avances en el empleo y frenar su desaceleración, es imprescindible huir de continuos anuncios de cambios normativos por el Ministerio de Trabajo, que deterioran la confianza, implican rigidez y mayores costes y cercenan la capacidad de adaptación al entorno y de autogestión de las relaciones laborales entre empresas y personas trabajadoras a través de la negociación colectiva.