Para CEOE es necesario centrar los esfuerzos en priorizar el empleo sobre otros factores, en un contexto de elevada incertidumbre, con riesgos a la baja, donde el mercado laboral no es inmune a las dificultades que enfrentan las empresas. En todo caso, en un trimestre estacionalmente desfavorable para el mercado laboral, estos datos de empleo son mejores que la media del periodo 2014-2019. La ocupación sufre la menor caída desde el año 2007, situándose el total de ocupados en 20.452.800 personas.
En términos desestacionalizados, la tasa intertrimestral de la ocupación ha repuntado hasta el 1,16%, tras el 0,16% registrado en el cuarto trimestre de 2022. Esta cifra es la más elevada desde finales de 2021.
Mientras, el empleo acelera su ritmo de crecimiento interanual, desde una tasa del 1,4% en el cuarto trimestre de 2022 al 1,8% en el primero de 2023. En contraste, las horas trabajadas continúan desacelerando su tasa de crecimiento interanual en el primer trimestre.
El sector privado perdió 8.800 empleos en el primer trimestre, lo que supone una cifra muy inferior a lo habitual en este periodo (con un promedio de caída de 121.700 empleos en los años 2014-2019). Esto denota el esfuerzo que realizan las empresas para mantener sus trabajadores en plantilla, a pesar de los riesgos a la baja existentes. En el sector público también descendió la ocupación, en 2.300 personas. En términos interanuales, se acelera el ritmo de crecimiento del empleo tanto en el sector privado como en el público, hasta alcanzar tasas del 1,9% y 1,6%, respectivamente.
Hay que destacar el dinamismo del empleo indefinido, con un incremento de 93.800 asalariados con contrato indefinido, frente a la caída de 117.000 asalariados temporales. De este modo, se ha reducido la tasa de temporalidad en 6 décimas, hasta el 17,3%, la más baja de la serie histórica. Se produce un notable contraste entre la tasa de temporalidad del sector privado, que desciende hasta el 13,7% y está en mínimos históricos, y la ratio del sector público, que aumenta hasta el 31,3%.Se registra una caída en el empleo a tiempo completo, con 34.700 trabajadores menos, frente al aumento de los ocupados a tiempo parcial (+23.600 personas).
En el primer trimestre, aumentan de forma moderada los trabajadores por cuenta propia, en 12.100 personas, aunque en términos interanuales retroceden un -1,4% (-43.400 personas), lo que supone una pérdida de tejido productivo.
Los empresarios sin asalariados o trabajadores independientes se incrementan en 41.900 personas, aunque esto no evita que haya un 2,5% menos de empresarios que hace un año. Por su parte, los empleadores descienden en 6.600 personas en el primer trimestre y la tasa interanual se sitúa en el 1,2%.
Mientras, el número de parados aumentó en 103.800 personas, en contraste con las 15.500 personas que aumentó, en promedio, en los primeros trimestres del periodo 2014-2019. De hecho, este es el mayor incremento del paro en un primer trimestre desde 2013, con la excepción del año 2020. El número de desempleados se ha situado en 3.127.800 personas y la tasa de paro se elevó en casi cuatro décimas, hasta el 13,26% de la población activa.
Por sectores, el empleo cae en todos ellos, a excepción de los servicios. Destaca especialmente el descenso de la ocupación en la industria (-11.200 personas), seguido por la agricultura (-5.000 personas) y la construcción (-2.700 personas). En contraste, en el sector de servicios aumentó en 7.800 personas.
En términos interanuales, destaca el deterioro del empleo en la agricultura, con una tasa del -9,6%, y de la construcción (-1,4%). En cambio, hay que señalar la aceleración del empleo en la industria, con una tasa del 3,5%, y de los servicios, que crecen un 2,4%.
La población activa ha aumentado en 92.700 personas, frente a lo sucedido en los primeros trimestres del periodo 2014-2019, donde descendió en promedio en 93.000 personas. Esto supone el mayor incremento de la población activa en un primer trimestre desde el año 2008. La tasa de actividad aumenta ligeramente, hasta el 58,55%.