En este contexto, Cuerva ha asegurado que la «economía real» está «lejos de ir tan bien» como apunta Sánchez y ha criticado varias de las políticas de la coalición como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o la reducción de la jornada laboral. Por su parte, el presidente de la CEOE, Garamendi, ha reclamado que el Gobierno adopte las decisiones «desde el diálogo» con los empresarios. Y Sánchez ha centrado su discurso en pedirles «dar la cara» por Europa en un momento en el que hay líderes internacionales, en alusión implícita a Donald Trump, que están criticando sus valores.
Aunque las dos patronales han trasladado sus quejas a Sánchez, las diferencias entre ambas a causa de las primarias de Cepyme se han evidenciado en el tono de sus discursos. Cuerva, el representante de las pequeñas y medianas empresas, ha utilizado un tono muy duro con el ala de Sumar de la coalición y ha ensalzado la «fantástica sintonía» que comparte con el ministro de Economía, Cuerpo. «Para mí sería más fácil adoptar hoy, por tu presencia aquí, la cual agradezco profundamente, una posición definitivamente institucional, condescendiente. Hay quien piensa que viviría mejor aquí. Pero, querido presidente, creo sinceramente que lo institucional no puede estar reñido con lo responsable», ha dicho Cuerva ante Sánchez, al que le ha reprochado que muchas pymes se vean afectadas por las subidas de SMI y otras «no pueden dormir» por la preocupación de cómo van a encajar la reducción de la jornada laboral.
Ha asegurado que cree que Sánchez es «consciente» del determinante valor de la empresa «como motor económico y social de España», aunque ha apostillado que no está «seguro» de que «todos en el Gobierno piensen igual», en alusión a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, también presente en el acto. Por ello, le ha advertido de que «no hay más margen» para la subida de costes y el aumento de burocracia. «Mientras pueda, voy a seguir defendiendo a las pymes españolas y voy a darle voz ese clamor, porque creo que es lo que necesita la empresa, pero también porque creo que es lo que necesita España».
Por su parte, Garamendi se ha centrado en un discurso más institucional, aunque con algún que otro tirón de orejas al Gobierno y también al presidente de Cepyme. En concreto, el presidente de CEOE ha señalado que el día de hoy era para felicitar a las empresas y no «de hablar de lo que toca todos los días».
Con todo, ha asegurado que las empresas trabajan para «impulsar el desarrollo de España», pero también ha advertido de que merecen el «respeto» que se ganan «cada día». De esta forma, ha pedido más diálogo social con el Gobierno. «Tenemos muchos años de avances a nuestras espaldas y la mejor forma de avanzar es contar con nosotros, las empresas, y también con los sindicatos», ha indicado Garamendi, quien ha defendido el derecho de la patronal a decir «no» a propuestas en el diálogo social cuando no las compartan. «Que la gente entienda que lo hacemos porque pensamos que es bueno para nuestro país», concluyó.
El presidente del Gobierno ha cargado en su intervención contra la guerra comercial de Donald Trump y ha defendido la posición «opuesta» de Europa, que es de «apertura al mundo». «Es la vía de la cooperación, del multilateralismo, del entendimiento, del orden internacional sin vasallajes, en el que impere la justicia y no la ley del más fuerte», ha pronunciado escasos días después del choque entre Donald Trump y Volòdimir Zelenski, que ha terminado con el presidente ucraniano aceptando trabajar «bajo su liderazgo».
Sánchez ha llamado a tomar consciencia de la «gravedad del momento», con interrupciones de suministro en materias primas fundamentales o políticas tarifarias como las de EEUU que son «amenazas para la prosperidad». Por ello, y teniendo en cuenta que la Unión Europea es «lo mejor que le ha pasado a España en siglos de historia», les ha pedido a los empresarios que «den la cara» por el proyecto europeo. «Si queremos que proteja a los más vulnerables, si queremos que proteja a las empresas, es hora de proteger a Europa», ha plasmado.
Ha asegurado que la UE responderá con «proporcionalidad» a los aranceles de EEUU y también ha abogado por simplificar las cargas burocráticas a las empresas a través de la creación de un mercado único europeo, lo que incluso ayudará a superar las trabas arancelarias, ha pronosticado; también ha llamado a incrementar el nivel de ambición tecnológica de las empresas así como el tamaño de las pymes, y ha reafirmado su apuesta por la formación del capital humano con proyectos como el de la Formación Profesional Dual.