Entre los proyectos afectados destaca el denominado Valle Andaluz del Hidrógeno, un proyecto con una inyección prevista de 3.000 millones de euros que iba a generar 10.000 puestos de trabajo en sus campos energéticos de Campo de Gibraltar (Cádiz) y Palos de la Frontera (Huelva). Durante la presentación del proyecto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, destacó el atractivo inversor de España.
«Cepsa está valorando el impacto que puede tener un incremento de su fiscalidad si se aprueba un nuevo impuesto permanente. Si esto se materializa, provocaría un efecto muy relevante sobre la rentabilidad de los proyectos de hidrógeno, por lo que tendríamos que ralentizar las inversiones previstas en España y dar prioridad a proyectos de hidrógeno verde en otros países», detallan desde la energética, que resalta que «nuestra transformación en marcha es irreversible para lograr que más de la mitad de nuestro beneficio provenga de actividades sostenibles en 2030».
En este contexto, Cepsa tiene ya identificados proyectos en Argelia, Marruecos, Brasil y Estados Unidos que van a acelerarse si finalmente quedan liberados recursos en España por culpa del llamado coloquialmente como ‘impuestazo’.
Por su parte, la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) cifró en 16.000 millones las inversiones en riesgo del sector por el nuevo gravamen.