Y esa razón puede que sea guardar silencio para que otros sigan fuera y disfruten de los parabienes de la libertad, que no son pocos, y no digamos nada si se han perdido como es el caso de este ex factotum del socialismo. Así que no es de extrañar que en determinados ámbitos del sanchismo se este mirando con lupa lo que Santos Cerdán ha declarado a la Vanguardia
Y es que la entrevista no tiene desperdicio ya que el que fuera mano derecha de Sánchez en el PSOE insiste en que es inocente y que no ha hecho nada de lo que dice la UCO, por lo que reprocha al presidente del Gobierno haberlo dejado caer. Y ahí no acaban las cosas, porque en su opinión él es una víctima de la persecución política.
Así las cosas, no es de extrañar que en determinados ambientes sanchistas se hayan estado felicitándose por el silencio de Cerdán durante todas estas semanas. Pero ese “parón” se ha acabado. La entrevista publicada este fin de semana es jun antes y un después.
La instrucción judicial apenas acaba de empezar. En este contexto, desde el PSOE, confían en que las declaraciones del ex secretario de Organización, con lo que conllevan los reproches al mismísimo Sánchez, no sean un primer aviso, de chicos aquí estoy yo y quiero salir de la cárcel.
La realidad es que el presidente actuó con contundencia ante los indicios muy graves del informe de la UCO. La Moncloa ha situado al exnúmero tres en el vértice del bautizado triángulo tóxico formado por el mismo Cerdán, por Ábalos y Koldo García. A efectos internos, el daño está hecho. El entorno presidencial se ha declarado engañado por Santos Cerdán, un sociópata de manual según lo ha definido el primer círculo del poder.
Sin embargo, en la entrevista, Cerdán defiende su inocencia, dice que no se reconoce en los audios de conversaciones que supuestamente mantuvo con Koldo o con el exministro de Transportes Ábalos y critica el informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que le incrimina: «No he hecho nada de lo que dice la UCO. Han hecho un atestado donde fuerzan las cosas para llegar a unas determinadas conclusiones que no se ajustan para nada a la realidad», dice mediante el cuestionario escrito remitido a sus abogados.
Y lo más curioso afirma que “si no hubiese sido secretario de organización no me hubiera visto en esta».
Desde su punto de vista la culpa es de los demás y el esta siendo una simple víctima, en esa condición cualquier reacción ante la ignorancia de Sánchez puede dar lugar una reacción insospechada y nefasta para el sanchismo, puesto que si hay alguien que conoce todos los entresijos de la política parda que se ha venido ejecutando en los últimos años, uno de ellos es Cerdán, entre otros.