Desde 2013 se ha ido aplicando un aumento gradual de la edad de acceso a la jubilación a fin de proteger la sostenibilidad del sistema de pensiones, retrasando la salida del mercado laboral e incentivando las jubilaciones demoradas. Pues bien, en 2024 las jubilaciones anticipadas han caído un 2,7%, mientras que las demoradas se alzaron un 29,4%.
La edad media para poder acceder a la jubilación en 2019 eran los 64,4 años, en 2023 avanzó hasta los 65 y a cierre de 2024 se han sumado dos meses más. El aumento de la edad de jubilación se ha desarrollado en paralelo al incremento del número de jubilados, cifrados en 2024 en los 6,5 millones. Los jubilados aglutinan el 64% de las pensiones contributivas totales de la Seguridad Social y cada año suman más altas que bajas, en el último año se incrementaron un 1,8%.
Los servicios de estudios más prestigiosos cuestionan la sostenibilidad de las pensiones que defiende Escrivá
Los servicios de estudios más prestigiosos cuestionan la sostenibilidad de las pensiones que defiende Escrivá Esta tendencia no se detendrá por la generación del baby boom. Esta generación, nacida entre 1946 y 1970 empezó a cumplir 65 años en 2011 y, si actualmente la población mayor de 65 años representa el 20% de la población total española, en 2050 supondrá el 37%. Un reto demográfico que además, se apoya en la prolongación de la esperanza de vida.
En este contexto, la reforma de pensiones de Escrivá ha introducido penalizaciones para aquellos trabajadores que deseen anticipar su jubilación e incentivos para los que la quieran demorar. Con estos supuestos, en 2024 las jubilaciones demoradas han caido un 2,7% y las anticipadas se han disparado casi un 30% (29,4%). Los trabajadores que quieran acceder voluntariamente a su jubilación antes de los 63 años, siempre que hayan cotizado al menos 38 años y 3 meses, sufrirán penalizaciones económicas en la cuantía de su pensión. Es decir, se aplicarán coeficientes reductores que reducirán el importe final de la pensión según los meses que se haya adelantado. Por su parte, las personas que decidan postergar su edad de jubilación, obtendrán una bonificación en su pensión en función del tiempo de demora. Con estos supuestos, en 2024 las jubilaciones demoradas han caido un 2,7% y las anticipadas se han disparado casi un 30% (29,4%).