En el análisis de la recaudación de 2022 realizado por el Registro de Economistas Asesores Fiscales -órgano especializado en fiscalidad del Consejo General de Economistas de España-, se resalta que esta subida ha superado no solo a los del año anterior a la pandemia (2019), sino también (en un 50%) a los del mítico 2007 –en el que este tributo recaudó casi 45.000 millones de euros–. En 2022, el Impuesto sobre Sociedades fue el que más creció entre los grandes tributos, teniendo en todos una incidencia notable la inflación.
Analizando la distribución de recaudación del impuesto societario entre las Comunidades Autónomas (CCAA) de régimen común, señalaron que las entidades radicadas en Cantabria, Canarias y Baleares fueron las que más aumentaron los ingresos en 2022 respecto a 2021, y que casi el 60% de la recaudación se aporta por entidades radicadas en las Delegaciones Especiales de la AEAT de Madrid y Cataluña (un 38% y 20%, respectivamente). En lo referente a las novedades de esta campaña, los economistas asesores fiscales indican que, para los grupos consolidados y para las entidades con una cifra de negocios de 20 millones de euros o superior, se aplica una tributación mínima del 15%.
En este sentido, hay que tener en cuenta que esta limitación no afecta a las bonificaciones –incluidas las del REF de Canarias– ni a las deducciones por doble imposición jurídica y económica, a las que correspondan por Transparencia Fiscal Internacional y a las deducciones por doble imposición correspondientes a participaciones adquiridas antes de 2015 o deducciones por doble imposición pendientes de aplicar de ejercicios anteriores.
«Esto significa que esas bonificaciones se aplicarán sin restricción –aunque con los límites propios–, y si, después de esto, todavía resta una cuota por encima de la tributación mínima, se aplicarán el resto de las deducciones sin que la cuota líquida resultante pueda bajar del mencionado 15% de la base imponible», comentan desde el Consejo General de Economistas. También, añaden, que puede tener importancia la deducción por aportaciones a sistemas de previsión social de los trabajadores, 10%, hasta un umbral de salarios de 27.000 euros anuales.
En cuanto a los aspectos a tener en cuenta para esta campaña, los fiscalistas del REAF comentan que, aunque el Tribunal Supremo está haciendo una labor importante para distinguir el ejercicio de opciones tributarias del ejercicio de derechos, todavía existen supuestos dudosos, por lo que es conveniente considerar, por ejemplo, si queremos aplicar el criterio de devengo en lugar del de operaciones a plazo o si aplicamos, cuando se pueda, el beneficio fiscal de la libertad de amortización.
Por otra parte, también se ha presentado la cuarta edición de la encuesta realizada por el Instituto de Economía de Barcelona (IEB) y el REAF en la que se recoge la opinión de un colectivo compuesto por cerca de 5.000 profesionales de la asesoría fiscal sobre el sistema tributario. Los técnicos del IEB resaltaron que, por el número de respuestas conseguidas, los resultados, cuantitativamente, tienen un nivel de confianza elevado (95%), y, desde el punto de vista cualitativo, el universo encuestado, por su actividad profesional y por su experiencia (el 96% del colectivo tiene una experiencia superior a 10 años) es muy adecuado para opinar sobre el sistema tributario.
Con todo, las principales conclusiones que se extraen, los economistas asesores fiscales opinan que el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas desincentivará el cambio de residencia en el ámbito interno y que supone un incentivo a los traslados al extranjero por motivos fiscales.
Respecto a las derivaciones de responsabilidad tributaria, consideran que se están incrementando, y se muestran críticos con la aplicación de la normativa que ampara estos actos administrativos. En cuanto a los criptoactivos, se entiende que pueden ser utilizados para encubrir los incumplimientos fiscales y advierten de una importante inseguridad en la forma de tributar por ellos. A nivel general, los profesionales son críticos con el sistema fiscal, y piensan que empeora con el tiempo. Este empeoramiento se achaca, en primer lugar, a la creciente complejidad normativa, a que cada vez hay que pagar más y al endurecimiento de las Administraciones tributarias, habiéndose intensificado estas sensaciones respecto a la encuesta del año anterior.