Los magistrados, ambos independientes, se encontraban al frente de las secciones de lo penal y de lo contencioso-administrativo de manera interina, tras la jubilación del juez Manuel Marchena y la salida de César Tolosa como miembro del Constitucional
La mayoría del Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha designado a los magistrados Andrés Martínez Arrieta como presidente de la Sala Segunda de lo Penal del Supremo y a Pablo Lucas Murillo de la Cueva para liderar la Sala Tercera de lo Contencioso-Administrativo. Con esta decisión se ha puesto fin a la situación de interinidad en la que se encontraban ambos jueces al frente de sendos Departamentos, tras el cese de sus predecesores, el juez Manuel Marchena –quien había agotado el plazo máximo de dos mandatos consecutivos– y el juez César Tolosa que abandonó el Alto Tribunal para incorporarse al Constitucional.
Ambos magistrados eran los candidatos propuestos por el bloque profesional del Consejo, por su perfil independiente y la indudable trayectoria que los avala. Sin embargo, pese a ello, hasta la fecha, ninguno había concitado el apoyo de una mayoría reforzada -de un mínimo de 13 vocales- para ser elegidos formalmente. Por un lado, Martínez Arrieta ha recibido 15 votos del Pleno del órgano y, por otro, Lucas ha obtenido 16 para la Sala Tercera.
No en vano, el escenario ha cambiado tras la renuncia de las dos candidatas de La Moncloa, las magistradas Ana Ferrer y Pilar Teso, para ocupar sendos puestos, lo que ha posibilitado un apoyo transversal a las candidaturas de ambos magistrados que han concitado los suficientes apoyos de ambos bloques ideológicos.
La habilidad de los bloques negociadores de los dos sectores que conforman el cónclave del CGPJ ha dado sus frutos más pronto que tarde y, en el día de ayer, alcanzaban un acuerdo para desencallar la situación en funciones que llevaba meses afectando a las dos Salas más relevantes del Supremo, por la naturaleza de los asuntos que se tratan en cada una de ellas. En la Segunda, las causas de corrupción que afectan de lleno al Gobierno y en la Tercera, las decisiones que adopte el Ejecutivo en clave colegiada, como decretos-leyes o nombramientos de altos cargos, por ejemplo.
Además, en la misma sesión, el Pleno ha dado luz verde a otra treintena de nombramientos que estaban pendientes menos el de la Sala de lo Militar a petición de la propia Sala, para los que las partes han estado en conversaciones, hasta el último minuto.