Y es que los “proveedores de información”, son tantos, tan variados y de tantas tendencias que resulta dificultoso estar al cabo de lo que sucede en una mañana.
Baste con enumerar las llamadas fuentes de información sobre los lios del sanchismo: La Moncloa y sus estrategas que generan información o tratan de contestar las que se han producido desde otros creadores de información: sus terminales mediáticas que reproducen los mensajes y las informaciones que son abundantes porque incluyen a medios de comunicación como radios, televisiones, periódicos. influencers, politólogos, y altos cargos.
Por otra parte, hay que estar atentos o seguir el ingente volumen de información que producen los Tribunales que se han convertido en el contrapeso del poder Ejecutivo, ya que este ha silenciado notablemente al Legislativo que, al ser derrotado por el ejecutivo por inanición se ha convertido en un espectador de esta batalla, si bien los espectáculos que en el tienen lugar no dejan de ser objeto de seguimiento puesto que son el termómetro de las relaciones del poder con sus socios sostén y eso es importante y da lugar a su vez a informaciones relevantes y de cierto calado político.
En otro orden de cosas, y con menor calado hay que seguir a partidos y políticos porque algo si dicen y sus comentarios o actuaciones, a veces son dignas de seguimiento porque no cabe duda de que son, en muchos casos alternativa.
A su vez, los medios de comunicación que recogen y siguen todo ese volumen de información, a su vez generan sus propias informaciones siguiendo y narrando hechos noticiosos como declaraciones, comentarios, filtraciones, etc. No hay que olvidar que guste o no, nunca¡ a ha dejado de ser el cuarto poder con lo que ello conlleva y supone, con el agravante de que hoy en día para seguir esa actualidad no basta con leer, escuchar o ver un solo medio, al menos hay que seguir a uno de cada tendencia poder y oposición, para poder tener una opinión equilibrada o neutral.
Pues bien, esta larga enumeración da cuenta de lo calamitosa que es la situación de cualquier ciudadano que en un alarde de honestidad política quiera saber lo que pasa en su pais. Lo cual no hace mas que llevarnos a ese hastío y cansancio en el que esta cayendo la inmensa mayoría d ellos ciudadanos que optan por cualquier otro “entretenimiento” antes que someterse a esa vorágine, para por cierto saber muy poco de lo que se cuece.