Las elecciones presidenciales de Estados Unidos son un proceso complejo que se convierte en un auténtico rompecabezas cuando el voto popular está dividido casi por igual. Es la única democracia del mundo que sigue utilizando un sistema electoral tan anticuado, el cual se estableció para dar a los Estados más pequeños mayor poder en relación con su escasa población.
• Inclina significativamente las probabilidades hacia una victoria republicana.
En los últimos ciclos electorales, debido a los patrones demográficos de voto en los numerosos Estados, la ventaja es enormemente del lado republicano. Los republicanos obtienen mejores resultados en los Estados menos poblados y más rurales, que tienen un número desproporcionado de votos electorales en relación con la población, como se ha señalado anteriormente. Así, Donald Trump perdió el voto popular en 2016 por más del 2% y, sin embargo, ganó las Elecciones.
• Los estados indecisos («Swing States») en el foco de atención.
Debido a que hay muchos Estados que probablemente se decanten fuertemente por uno de los partidos, las elecciones se deciden por los Estados «indecisos». La más reñida se produjo en las elecciones estadounidenses de 2000, cuando el recuento de votos fue casi un empate en Florida, el estado decisivo para la victoria. También en 2016, fueron menos de 55.000 de los más de 10 millones de votantes en Pensilvania y Michigan los que entregaron las elecciones a Trump. Eso supone menos del 0,5% de los votos en esos dos estados juntos y menos del 0,045% de los 129 millones que votaron en las elecciones en todo el país.
270 votos para la victoria
Con un total de 538 votos electorales, la mayoría requiere un mínimo de 270 votos. Dado que al menos 43 Estados se consideran apuestas relativamente seguras para cualquiera de los dos partidos, sólo consideraremos siete Estados indecisos clave, marcados en la tabla de la parte inferior:
Vemos claramente cómo, a modo de ejemplo, los votantes de estos Estados que detallamos cambiaron drásticamente de Partido desde el partido republicano (en 2016) al demócrata (en 2020).
En el siguiente mapa destacamos todos los Estados que no son «Swing States» (indecisos) a favor de uno de los dos partidos que probablemente ganarán allí (Demócratas y Republicanos). Esto deja un total de sólo siete estados que decidirán el resultado de estas elecciones que son: Pensilvania (PA: 19 votos) Carolina del Norte (NC: 16) Georgia (GA: 16) Michigan (MI: 15) Arizona (AZ: 11) Wisconsin (WI: 10) y Nevada (NV: 6). Sin incluir estos Estados, en otras palabras, y salvo un giro masivo en las encuestas, podemos asumir que Trump obtendrá al menos 219 votos electorales y Harris al menos 226. Si eso es correcto, la victoria para los republicanos debe sumar 51 o más votos electorales adicionales para los republicanos y 44 o más votos para el caso de los demócratas.
¿Por qué es tan importante para una cartera?
Lo que está en juego en las elecciones estadounidenses ha aumentado considerablemente desde el resultado electoral de 2016 que llevó a Trump a la Casa Blanca. La renta variable estadounidense es más dominante que nunca, comprendiendo una ponderación cercana al 65% en el índice ACWI del MSCI, un índice bursátil mundial que incluye tanto mercados desarrollados como emergentes, incluida China.
Las encuestas muestran que los estadounidenses están más divididos que nunca en temas políticos clave, lo que hace que estas elecciones sean más incluso más importantes para el futuro de EEUU. Esto se debe a que una clara victoria de cualquiera de los dos bandos significa que la política gubernamental puede tomar direcciones muy diferentes. Eso incluye las decisiones que afectan a las situaciones geopolíticas más tensas, desde Oriente Próximo hasta la continua guerra comercial entre EEUU y China y la guerra en Ucrania.
Los 3 escenarios posibles y compañías destacadas:
A. Trump arrasa (clara victoria) (probabilidad entre 45% y 50%): En este escenario, Trump gana y tanto la Cámara de Representantes como el Senado tienen mayoría republicana. Este escenario probablemente conduciría a nuevos recortes de impuestos, aunque la situación de la deuda pública estadounidense es mucho peor de lo que era antes de los recortes de impuestos de Trump en 2017. Trump también ha indicado que perseguirá la desregulación en todos los ámbitos. En política exterior, es probable que las tensiones comerciales con China fueran en aumento, el gasto en defensa subiera y todo ello acarrearía una segunda oleada inflacionista.
Algunos de los sectores más demandados podrían ser: energía (petróleo y gas) bancos, defensa, oro, inmobiliario y pequeñas empresas o small caps estadounidenses con el foco en industriales o manufacturas. Algunas compañías o ETFs destacadas podrían ser:
Bloqueo de Harris (victoria de la demócrata pero sin control en el Senado): En este escenario, Harris gana y los demócratas probablemente se hagan con la Cámara de Representantes, pero no con el Senado (probabilidad entre el 45% y 50%). Este es probablemente el peor resultado para la economía estadounidense, ya que los demócratas y Harris verán muy limitada su capacidad para dar forma a cualquier iniciativa política. Podría llevar a la incapacidad de aprobar nuevas políticas fiscales o incluso ampliar los grandes programas fiscales aplicados bajo Biden y Trump.
Un escenario de bloqueo también sería seguramente una victoria para las grandes petroleras y gasistas, ya que la transformación verde de los demócratas sufriría un gran revés. Algunos de los sectores que podrían verse beneficiados además de este podrían ser: servicios públicos, utilities, eléctricas, bienes de consumo básico o sanidad. Algunos nombres destacados podrían ser:
Harris arrasa (clara victoria con control en ambas Cámaras): En este escenario, Harris gana y los demócratas tienen el control tanto de la Cámara de Representantes como del Senado (probabilidad entre el 10% y 20%). Este escenario tiene la probabilidad más baja, pero no puede descartarse dado el impulso actual de la campaña de Harris y algunos indicios de que los demócratas pueden conseguir suficientes escaños para controlar la Cámara de Representantes, aunque el Senado es un reto mucho mayor. Este escenario llevaría a un mayor apoyo al esfuerzo bélico de Ucrania y a una política menos agresiva con China.
La intención expresada por Harris de elevar los tipos del impuesto de sociedades y del impuesto sobre las plusvalías podría afectar a las valoraciones de las acciones y, por tanto, teniendo un impacto negativo a corto plazo en la renta variable, pero debido al gasto fiscal selectivo, hay sectores que se beneficiarán mucho más que en los otros escenarios. Los sectores beneficiados podrían ser: renovables, industriales, infraestructuras, semiconductores, sanidad o mercados emergentes. Algunos ejemplos los indicamos debajo:
Cómo preparar una cartera para las elecciones de EEUU
Las elecciones estadounidenses son un acontecimiento importante que puede provocar un aumento de la volatilidad creando tanto riesgos como oportunidades para los inversores. Es crucial tener un plan para navegar por estas aguas turbulentas.
Comprender los escenarios electorales y su impacto
Los mercados suelen reaccionar a la percepción de ganadores y perdedores de unas elecciones. Por ejemplo, las políticas que favorecen a determinados sectores -como la energía verde o renovables con los demócratas o la desregulación con los republicanos- pueden provocar oscilaciones significativas en esas áreas. Comprender esta dinámica puede ayudarte a configurar su cartera para afrontar mejor la incertidumbre provocada por las elecciones.
Estrategias básicas para gestionar el riesgo
Dadas las posibles oscilaciones del mercado, es importante centrarse en estrategias que gestionen la volatilidad de la cartera en lugar de intentar predecir los movimientos del mercado. He aquí algunos ejemplos:
1. Vender parcialmente antes de las elecciones
Reducir la exposición del mercado pasando algunas inversiones a efectivo puede ser una forma conservadora de reducir la volatilidad de tu cartera. Esto ayuda a preservar el capital, pero también significa perderse cualquier repunte brusco postelectoral si es que lo hubiera. Otra ventaja que tiene, en caso de que los mercados retrocediesen después de las elecciones, es que tendrías capital disponible para comprar más barato.
2. Diversificación entre distintos activos
Repartir las inversiones entre distintas clases de activos, como acciones, bonos o materias primas como el oro puede ayudar a reducir la volatilidad de tu cartera. Los distintos activos pueden reaccionar de forma diferente a los resultados electorales, lo que podría suavizar el rendimiento global de la cartera.
3. Centrarse en sectores defensivos
Invertir en sectores tradicionalmente defensivos como los servicios públicos, los bienes de consumo básico y la sanidadpuede proporcionar rendimientos más estables en tiempos de incertidumbre. Estos sectores suelen experimentar menos volatilidad en comparación con otros como el tecnológico o el financiero, que pueden verse más directamente afectados por los cambios políticos.
3. Compra de opciones de venta (PUT)
Comprar opciones de venta o Put es una forma sencilla de protegerse contra una caída del mercado pagando una prima por ello y limitando tu riesgo a la cuantía de la misma. Esta estrategia puede ser especialmente útil si la volatilidad medida por el VIX se encuentra baja porque el precio de las opciones sería más bajo.
Identificar su perfil de riesgo
Cada inversor tiene una tolerancia al riesgo y unos objetivos distintos. He aquí cómo adaptar las estrategias a cada perfil:
• Los inversores conservadores deberían centrarse en posiciones de efectivo, sectores defensivos o el uso de estrategias de opciones sencillas como las collars para limitar el riesgo a la baja siendo aconsejable evitar las operaciones especulativas y las estrategias de opciones de alto riesgo. También puede ser eficaz utilizar las reservas de efectivo para reinvertirlas estratégicamente una vez que los resultados electorales estén más claros.
• Los inversores moderadamente cautelosos pueden combinar los movimientos para diversificar su cartera con estrategias de opciones como las opciones de compra cubiertas o las opciones de venta protectoras. También puede considerar el uso de estrategias de opciones a corto plazo para tener en cuenta la volatilidad alrededor del período electoral.
• Los inversores agresivos pueden utilizar estrategias de opciones más direccionales, como la compra de opciones de compra o venta en sectores volátiles. Puede considerar estrategias de venta de opciones también. Este enfoque requiere una gestión activa y una mayor tolerancia al riesgo.
Advertencia: Los sectores y los valores que se indicaron anteriormente no constituyen recomendaciones de inversión, sino nuestra mejor estimación u opinión de los mismos en un escenario determinado. No hemos tenido en cuenta los fundamentales, las valoraciones, los objetivos de precios de los analistas ni ningún otro aspecto fundamental a la hora de seleccionar estos instrumentos. Dado que el futuro es difícil de predecir, estas opiniones conllevan un alto grado de incertidumbre.