Del análisis de las respuestas recibidas se desprende que la posible unión entre BBVA y el grupo catalán no generará ningún monopolio, pero si desembocará en una estructura de duopolio en hasta 50 municipios, y además operarán como única entidad en siete geografías. No es el único punto de la fusión que hiere sensibilidades entre el tejido empresarial, especialmente entre las empresas catalanas. Por lo que se refiere a la financiación a pymes el informe advierte de una potencial reducción de crédito, pero también un empeoramiento de las condiciones comerciales, así como de acceso a los cajeros automáticos. Sobre esta base como punto de partida, Competencia tanteará la imposición de cláusulas tras una primera fase en la que se han estudiado los compromisos y renuncias a los que debería hacer frente BBVA para garantizar el libre mercado.