Según la Memoria que justifica la propuesta de resolución Competencia plantea un recorte en el importe para financiar el mantenimiento y la operación de las infraestructuras de transporte y distribución de la electricidad. Esto pese a que, en términos globales, los operadores de esas redes -a la sazón, Red Eléctrica, Iberdrola, Naturgy, Endesa o EDP- van a aumentar su remuneración. En concreto, para 2025 la CNMC plantea una retribución de 1.216,5 millones de euros para el transporte de electricidad -un 2,11% más que este año- y de 5.826,3 millones de euros en la distribución -un 3,57% más-. En total, ambos conceptos alcanzarán los 7.042 millones de euros.
El motivo detrás del recorte se debe a que el regulador calcula que habrá un aumento de la demanda eléctrica que rebajará el coste en general de la manutención de la red eléctrica. En este sentido, la CNMC estima que el consumo de energía a través del transporte y la distribución se eleve un 1,3% en 2025, aunque también contabiliza un escenario a la baja en el que decrezca un 0,4% y uno al alza en el que aumente un 3,5%. El panorama central que plantea la CNMC contrasta con el del Ministerio de Transición Ecológica, que a través del PNIEC prevé que el aumento de la demanda eléctrica entre 2019 y 2030 se eleve al 34%, a razón de un 3,09% al año.
Por otro lado, el regulador también incluye un fuerte incremento de los periodos de punta de consumo eléctrico y disminuye el de los periodos valle, es decir, se acentúa la diferencia entre el coste de los peajes en función de los periodos de facturación. Por ejemplo, el término de potencia y el de energía de los peajes para el grupo tarifario 2.0 TD -los pequeños consumidores- se eleva un 2% y un 3% respectivamente en las horas más caras y bajan un 43% y un 14% en los periodos valle.
En el caso de las grandes industrias, los grupos tarifarios del 6.1 TD al 6.4 TD, las subidas son variadas en los periodos de punta, aunque en el caso de los electrointensivos (6.4 TD) bajan notablemente en todos los periodos. Los peajes de transporte se reducen un 14% y los de distribución un 2%; por eso, la reducción es más acusada en las tarifas de alta tensión (hasta un 33% menos en la 6.4) que en las de baja tensión (con una bajada del 4% los domésticos y del 1,5% Pymes).
Este segmento es precisamente uno de los que aguarda con más expectativas la evolución de los peajes eléctricos. Dentro de la estructura de la factura eléctrica, el pago por el mantenimiento de la red representa en torno al 40% del total de lo que costean los usuarios. Esto, en el caso de las industrias con grandes consumos de electricidad, se convierte en un pago fundamental para desarrollar su actividad.
Otra de las previsiones que ha detallado CNMC es la del autoconsumo de instalaciones próximas a la red para el cierre de 2024. Según las previsiones de las empresas distribuidoras, este aumentará un 38% respecto a los valores reales de 2023, con un número de suministros que se incrementa un 509%, de 2.646 puntos a 16.108.
En el apartado de clientes, las estimaciones de las distribuidoras calculan que se cerrará el año con un 0,2% menos de suministros, hasta los 30,408 millones -en torno a 50.000 menos-, aunque, por otro lado, estiman que la potencia facturada en términos de MW crecerá un 1% hasta los 178.639 MW. La caída se debe, principalmente, a la disminución dentro del sector residencial, es decir, aquellos acogidos al término 2.0 TD, que representan 29,63 millones de puntos de conexión y que descenderán en el orden de un 0,2% este año. Por otro lado, los grandes consumidores eléctricos, aquellos que utilizan las líneas de alta tensión, se elevarán un 0,1% (154 industrias más) e incrementarán un 2,3% su consumo eléctrico.