La Comisión Nacional del Mercado de Valores espera recibir esta misma semana el nuevo folleto por parte de la entidad vasca, que refleja los efectos sobre la operación tanto de las condiciones del Gobierno como de la venta de filial británica TSB. El organismo prevé aprobar el folleto antes de finales de julio, es decir, antes de las dos juntas que el Sabadell tiene previsto celebrar el 6 de agosto para autorizar tanto la cesión de su negocio británico como el macro dividendo, según ha anotado este lunes el presidente de la CNMV, San Basilio.
Ante la falta de visibilidad sobre la venta de TSB, pendiente de ser aprobada en la junta de accionistas del banco catalán, la CNMV apuesta por un folleto con dos escenarios —uno con el visto bueno sobre la venta del negocio británico y otro sin contar con esta autorización—, lo que permitiría mantenerlo sin necesidad de hacer grandes cambios tras la celebración de la cita con los dueños del Sabadell. «Un escenario central, que puede cambiar, sería que nosotros aprobáramos un folleto con dos escenarios al final del julio que pudiera aguantar pasar la junta sin mayor modificaciones, porque la junta va a decir cuál de los escenarios es el que está funcionando. Tenemos todavía que trabajar con el BBVA para ajustar el contenido del folleto», ha explicado San Basilio.
La nueva documentación que proporcionará el banco vasco tendrá que actualizar las sinergias previstas en la transacción. En principio, la entidad había calculado unos ahorros de 850 millones de euros: 450 en gastos de tecnología, 300 en gastos de personal y otros 100 en otros costes financieros. El veto por parte del Ejecutivo de fusionar los bancos durante tres años, prorrogables a dos adicionales, ha obligado al BBVA a rehacer sus cálculos. Al ser objeto de una opa, el Sabadell tiene que aprobar en una junta de accionistas cualquier decisión con respecto a la venta de TSB. Preguntado por si ve alguna controversia en el cumplimiento de esta normativa, San Basilio recalcó que según la información recibida, el vallesano no fue quien inició los movimientos para la cesión de la filial. «En todo caso, eso yo creo que no es relevante, porque el iniciar los movimientos y el hacer los preparativos para una posible venta no creemos que en sí mismo constituya un acto que pueda impedir el éxito de la oferta. Si, por ejemplo, la decisión del consejo de administración hubiera sido que no se vende TSB, el hecho de que hayan hecho las operaciones previas de preparación en sí mismo no habría tenido un impacto en la OPA».
San Basilio aclaró que una actuación que incumple el deber de pasividad «debería ser una actuación que justificaría que el BBVA desistiera de la operación». «El BBVA, en nuestra opinión, podría desistir de la operación una vez se ejecute la venta de TSB, pero no podría desistir simplemente porque han empezado los trabajos preparatorios, porque creemos que esos trabajos preparatorios en sí mismo no impiden el éxito de la oferta. La venta de TSB sí que podría».
Cuestionado sobre si el vasco puede rebajar al 30% el umbral de aceptación de la oferta y si esta posibilidad tiene que estar reflejada en el folleto, el presidente de la CNMV apuntó que se debe valorar si el precio puede considerarse equitativo, «lo que le permitiría una vez finalizada la OPA poder mantener la participación aunque esté por encima del 30%, entre 30% y 50%, y es un tema que tenemos que hablar con el BBVA y ver si se recoge en el folleto».
Cinco días después de la aprobación del folleto, se abrirá el canje para los accionistas del Sabadell, que tendrán que decidir si acudir a la oferta de BBVA o si seguir apostar por el proyecto en solitario. La ventanilla puede estar abierta entre 15 y 70 días, según fija la ley, y es probable que el vasco extienda el plazo hasta septiembre para que los dueños del vallesano no tengan que tomar su decisión clave en pleno período estival. Una hipótesis que el mismo San Basilio ha confirmado: «Lo normal es que la aceptación se extienda en el mes de septiembre».