Esta tendencia se desentiende por completo del mercado de coches nuevos, cuyo nivel de ventas (431.884 hasta mayo) avanza a un ritmo más lento y aún se mantiene un 23% por debajo de los volúmenes preCovid. La brecha entre ambos mercados es llamativa: por cada coche nuevo matriculado, se están vendiendo prácticamente dos usados (1,97). Este análisis pone en relieve el envejecimiento del parque español,
Los últimos datos de mayo también revelan la apuesta del mercado por los coches de entre uno y tres años, cuyas ventas se han disparado un 55% en un año, en contraste con las ventas de modelos de entre 10 y 15 años, que retrocedieron casi un 12% en mayo. Si bien el tirón de los coches de segunda mano se puede explicar por el escenario de incertidumbre tecnológica y económica que afronta el mercado, hay otro fenómeno que está empujando sus ventas en los últimos meses.
Se trata de la nueva exigencia de la Unión Europea que obligará a que todos los vehículos nuevos vendidos a partir de julio incorporen el sistema ADAS de seguridad, lo cual genera una oferta asequible de modelos enmarcados en la anterior regulación a los que los distribuidores dan salida a precios asequibles.