El elemento común de todas esas obras públicas es que tenían un componente discrecional en la puntuación total que, en algunos casos, ascendió al 100% de la ponderación. Tal es así que durante una etapa, «se extrapolaba al máximo» dicho aspecto para elevarlas y que, finalmente, sólo pudiesen otorgarse a los contratistas que ya estaban pactados de antemano. Una práctica que no se utilizaba antes de la llegada de la trama al Departamento de Transportes y que se dejó de hacer después de la salida de Ábalos y su equipo.
Así lo ha revelado Herrero, en sede parlamentaria, un día después de que Aldama entregase en el Supremo, a petición del juez instructor del caso PSOE, el magistrado Leopoldo Puente, un nuevo listado de empresas y licitaciones, en las que, presuntamente, participó el que era asesor y mano derecha de Ábalos y que, inicialmente dio nombre a la causa, Koldo García Izaguirre.
De hecho, hace menos de 24 horas que el empresario -que ha sido identificado por el magistrado Moreno, instructor del procedimiento en la Audiencia Nacional para los no aforados, como el «nexo corruptor»- aportaba, en el Alto Tribunal, una servilleta con anotaciones a mano de Koldo García y una fotografía realizada por el propio asesor del exministro en el que se puede ver la figura de Koldo, sobre una relación de contratos públicos.
Herrero, en todo caso, ha insistido una y otra vez en que él aprobaba los modificados de esos contratos, pero no era quien decidía qué contratos había que modificar. Preguntado por un proceso judicial abierto en Ávila, en el que el entonces jefe de demarcación llegó a denunciar a su subdirector de Carreteras por ‘presiones’ en las adjudicaciones: «Tienen que subir de 72 a 88 la valoración». Sin embargo, Herrero ha asegurado que él dio la orden a su subdirector, González, de «garantizar la competencia» en todo momento.
El exdirector de Carreteras ha destacado que «modificados se han hecho siempre» y que «parece que solo he hecho yo modificados», pero no ha podido explicar por qué todas las modificaciones en los contratos señalados por Aldama se justificaban por causas que «una administración diligente no puede prever». Ante la falta de explicaciones de esos contratos y sus modificaciones, el Partido Popular ya ha anunciado que pedirá los expedientes de todos ellos.
Herrero se ha declarado, como Ábalos, «estupefacto» por las maniobras de Koldo. Con el exministro, añadió, «tuvo una relación cercana incluso después de su cese» ya que, según su versión «le preguntaba por proyectos de obra pública iniciados en la Comunidad Valenciana». Sobre su propia eliminación, anunciada por Pardo de Vera en 2022, ha afirmado que «trabajé con ella año y medio: si tuviera sospecha, me habría relevado del puesto previamente».