De hecho, si se considera el efecto de la reforma laboral, que entró en vigor el 31 de diciembre de 2021, se observa un cambio significativo al alza. Mientras que el promedio para el periodo entre el tercer trimestre de 2018 y el cuarto trimestre de 2021 da como resultado 459.593 pluriempleados; en el periodo de vigencia de la reforma laboral la media ha aumentado hasta los 559.538 pluriempleados.
Aunque podría pensarse que este incremento se explicaría porque hay más trabajadores en activo —nos aproximamos al registro histórico de los 22 millones de afiliados— los datos muestran que esta no es la causa. Desde julio de 2018 hasta marzo de 2025 se ha producido un aumento de la fuerza laboral del 8,5%, una cifra elevada pero lejana del 26,8% de los pluriempleados.
Por una parte, este diferencial desde que Sánchez llegó a la Moncloa de casi 100.000 ocupados, se explica por «la pérdida de poder adquisitivo que han sufrido los ciudadanos ante el incremento de la inflación. Cuando el ciudadano nota que su dinero vale menos decide complementarlo», apunta González, profesora del ESE Business School. Una encuesta elaborada por Infojobs en 2023 mostraba que el 72% de los pluriempleados lo hacían por motivos económicos. De esta forma, este aumento del pluriempleo se produce por necesidad.
Según han calculado los analistas de Fedea, en 2022 del total de fijos discontinuos, que calcularon entrono a 1,42 millones de trabajadores, el 27% estaba pluriempleado. Esto quiere decir que 383.400 fijos discontinuos estarían pluriempleados. Si se tiene en cuenta que había 520.500 personas pluriempleadas en el año 2022, según el dato oficial del INE; esto querría decir que el 73,7% de los pluriempleados en ese año eran fijos discontinuos. Un dato alarmante teniendo en cuenta que se trata de pluriempleo por necesidad y precisamente, la modalidad contractual de los fijos discontinuos se creó en la reforma laboral de Yolanda Díaz como mecanismo político de protección contra la precariedad.
Pero eso no es todo, la opacidad de la Administración estatal en lo referente a dar cifras sobre el análisis de la situación de los fijos discontinuos no permite cuantificar cuántos trabajadores de este tipo no se computan como parados cuando están en inactivo. No obstante, los cálculos de Fedea, BBVA Research y Randstad Research estiman que existirían entorno a 600.000 personas que, pese a no encontrarse en actividad laboral, tampoco se computan como parados. Este dato elevaría la cifra del paro en un 23,1%, desde los 2.595.500 —representa un 10,6%— cifrados a cierre de 2024 hasta lo 3.195.500, que pasarían a representar un 13%.