En el informe, la patronal asegura que el plan de pensiones podría ayudar atraer y retener talento en las empresas del sector, en el que trabajan casi 1,5 millones de personas y unos 320.000 autónomos, que también tendrán la posibilidad de beneficiarse del plan.
Este análisis se trata de un paso previo a plantear este asunto en la negociación del convenio colectivo con los sindicatos, en el que la aprobación de este plan lo convertiría en el mayor de este tipo, con más partícipes que el del sector de la construcción, pionero entre los planes de pensiones de estas características.
Al igual que en el caso de la construcción, el plan del metal se articularía al amparo de los cambios introducidos en la reforma de planes de pensiones aprobada en 2022 y sería de adhesión obligatoria para todos los empleados.
Confemetal defiende que, aunque hasta el momento las cuestiones salariales se han negociado a nivel provincial, «la inclusión del plan de pensiones simplificado sectorial amerita un acuerdo estatal que establezca unas reglas, una gobernanza y una obligatoriedad en la adhesión de aquellos sujetos al convenio colectivo, sin perjuicio de mantener la posibilidad de mejorar a nivel provincial las aportaciones en ámbito nacional».
Y es en ese punto donde han encontrado el rechazo de uno de los principales sindicatos. La federación de industria de CCOO ya ha expresado que, dada la diversidad de empresas que hay en el sector, es el ámbito de la empresa el adecuado para configurar mecanismos de previsión social. Se trata, argumentaban cuando trascendieron las primeras noticias sobre este tema, de un ámbito sectorial donde existe una enorme heterogeneidad en el tipo y en el tamaño de las empresas, con actividades y subsectores diferentes.
Además, en el ámbito de aplicación de este convenio no se fijan los salarios, que son un elemento importante para definir las aportaciones al plan de pensiones y que se acuerdan a través de los convenios provinciales del metal y de los de empresa.A nadie se le escapa, añadía CCOO, el «suculento» negocio que supondría implantar y gestionar un plan de pensiones colectivo de este tamaño. «La idea obedece más bien a un deseo del mundo empresarial y, especialmente, financiero, que a una realidad actual», criticaban.
Confemental defiende que escalar el tamaño del plan solo traería beneficios, que se podrían mejorar en el ámbito de los convenios más pequeños y añade que se «trata de un proyecto de sector, que hace sector y pone en valor a la patronal en su papel en la cogobernanza del plan, compartida con el resto de asociaciones».