Ahora solo queda el último trámite en la Cámara, que es la votación en el Pleno, aunque no parece que vaya a haber sorpresas dado que todos los grupos se han posicionado de forma unánime a favor del suplicatorio.
La sesión de la Comisión se ha celebrado a puerta cerrada, aunque, según fuentes parlamentarias, ha habido poco margen para las discrepancia y todos los grupos se han mostrado a favor de que el Supremo pueda investigar a Ábalos. El Supremo está a la espera de que el Congreso le dé autorización para que pueda iniciar la instrucción en la causa que afecta al exministro socialista en el marco del «caso Koldo».
Ahora mismo, el dictamen aprobado por la Comisión del Estatuto de los Diputados pasará a la Mesa del Congreso, que se reúne el jueves y pondrá fecha y hora para que se vote en un Pleno.
El documento de alegaciones que presentó ayer Ábalos al Congreso, de 88 páginas, se convirtió en un ataque a la investigación de la Guardia Civil y al PP y a Vox porque considera que todo forma parte de una «operación» política. De esta manera, el exministro socialista ha tratado de hacer guiños al PSOE, a Podemos y Sumar y a los socios independentistas para que votaran contra el suplicatorio, pero no ha surtido efecto dado que todos los grupos han mantenido su posición. En ese documento, el exministro socialista llega a tildar las actuaciones de la Benemérita de «maniobras y venganzas de un sector importante de la Guardia Civil». A su juicio, los informes de la UCO tienen «sesgos» y el cuerpo policial tiene una «doble vara de medir» y actúa con «discrecionalidad» para decidir «quién debe ser investigado y quién no». «Siendo juez y parte. Decidiendo arbitrariamente y con un criterio subjetivo y parcial quién debe figurar como investigado y quién no en este procedimiento», afirma.