De este modo, los ingresos conjuntos de las empresas alcanzaron los 7.500 millones de euros, tras crecer un 35,1% en 2021 y un 7,1% en 2022.
La facturación de las agencias se situó en 7.065 millones de euros, mostrando un incremento del 7,2% respecto a la cifra alcanzada en 2021. Por su parte, las empresas con un perfil de consultoría inmobiliaria contabilizaron unos ingresos conjuntos de 435 millones de euros, lo que supuso un 6,1% más que en el ejercicio anterior.
El negocio siguió impulsado por el favorable comportamiento de las transacciones de viviendas, si bien su ritmo de crecimiento fue mucho más moderado que en 2021, ante la desaceleración del crecimiento de la actividad económica y el aumento de los tipos de interés. De esta forma, el número de transacciones de viviendas libres superó las 690.000 operaciones, un 6,5% más que en 2021, mientras que en términos de valor generaron más de 126.000 millones de euros (+10,3%).
La inversión en el mercado inmobiliario no residencial también se vio marcada en 2022 por el endurecimiento de las condiciones de financiación ante la subida de los tipos de interés y la menor liquidez de los inversores, si bien mantuvo, en términos generales, una tendencia positiva.
El número de empresas con actividades inmobiliarias por cuenta de terceros se situó en 59.662 en enero de 2022, un 5,2% más que la cifra contabilizada un año antes. Por su parte, el número de locales superó los 67.100 (+5,1%). La oferta se caracteriza por una gran atomización empresarial, predominando las empresas de pequeño tamaño y de capital español. No obstante, entre las empresas con una mayor especialización en consultoría inmobiliaria se aprecia un tamaño medio superior a la media del sector, destacando en este ámbito la presencia de filiales de algunos grupos extranjeros.