El avance es especialmente notable en el consumo presencial, que se acelera hasta el 3,6% (0,8 p. p. más), mientras que el comercio electrónico mantiene un crecimiento de dos dígitos y alcanza el 11% (0,7 p. p. más). En contraste, el consumo mediante recibos muestra una leve desaceleración y se sitúa en el 4,0% (0,9 p. p. menos).
El repunte del consumo presencial se refleja en diversas categorías de gasto. Entre ellas sobresale el comercio minorista, con una subida del 3,6% (2,1 p. p. más), impulsado principalmente por el gasto en muebles y decoración, que crece un 10%.
El consumo de los extranjeros mantiene una evolución favorable, con una subida del 8,4%.