La acción transcurre en esa Venecia que tan bien conoce la escritora y que está vez no aprovecha para criticar a los turistas y todo lo que pasa en la ciudad, como tampoco en enfrentar al norte contra el sur. Lo que no puede abandonar en su inquina a la iglesia y, en general, a cualquier creencia, pero en esta ocasión se muestra respetuosa con el budismo y con una monja benedictina a la que trata con gran afecto.
La noticia de la venta de un Palazzo le lleva a Brunetti a interesarse por el asunto, ya que el dueño, profesor de universidad, está casado con una antigua compañera de instituto. El caso comienza cuando aparece asesinado un esrilanqués que vive en una casita en el jardín de ese mismo edificio y que es como el portero. Al registrar la casa, Brunetti encuentra una carpeta con noticias de los años truculentos en Italia, junto con novelas sobre budismo y policiacas. En una librería de viejo, que frecuenta, el propietario le manifiesta que conoce al que ha sido asesinado y que le prestaba novelas y también le vendió la carpeta de las noticias.
Brunetti, acompañado por su fiel equipo y amparado en la vida familiar de la que goza con Paola, su mujer y sus dos hijos, se mete en una investigación de la que no sabe por donde va a salir. Curiosamente la signorina Elettra, que es un mago de la informática y que acaba de venir de un congreso de la Interpol, le va a facilitar los pasos con un programa que ha presentado una investigadora francesa y que sirve para relacionar personajes, así encuentra unos pocos cabos para poder avanzar. Y de ahí van a salir las pistas para mover el caso.
Brunetti piensa desde su propia experiencia cuando era un joven universitario, rebelde, idealista, pronto a la acción, para entender a los personajes que son sus únicas pistas y que están relacionados con los hechos de vivieron en su juventud, llega un momento, ayudado por las reflexiones de la monja benedictina y de la actuación de una perrita del que había sido asesinado, que comienza a comprender el enigma del asesinato.
La historia es más compleja que en otras novelas de Donna Leon, aunque es comprensible, y es claramente una novela de madurez, donde traza a los personajes con perfección y desarrolla una trama sabiendo muy bien manejar el ritmo y los tiempos.
Cosecharás tempestades
Donna Leon
Planeta, (2023)