Le siguen Cataluña con 201.664 millones, el 16,7%, y Andalucía (150.699 millones, el 12,5%). Este cálculo incluye todos los préstamos aprobados por las entidades financieras a particulares, empresas, que suponen el grueso con casi el 94%, así como a administraciones públicas a los que ha concedido algo más del 6,1%, por lo que engloba un amplío abanico de productos de financiación. Cierran la lista de los primeros puestos la Comunidad Valenciana, que figura como la única fuera de los tres primeros puestos que supera ligeramente la barrera de los 100.000 millones (100.736 millones, el 8,3%). Al otro lado de la balanza se sitúan Extremadura (1,32%), Cantabria (0,76%) o La Rioja (0,52%) con 15.937 millones, 9.173 millones, 6.207 millones, respectivamente. De su lado, País Vasco (65.335 millones, 5,42%), Galicia (48.124 millones, 3,9%) y Aragón (31.296 millones, 2,6%) ocupan una posición intermedia. Este reparto de la financiación apenas ha experimentado cambios en relación con trimestres anteriores, si bien sí que se ve beneficiado por unos costes más bajos. Las entidades empezaron a apretar con agresivas rebajas antes de que el pasado junio el BCE bajase la bandera.
Ahora que la referencia oscila sobre el 2,5% tras el ajuste acometido a principios de marzo, esto también se ha extrapolado al conjunto del mercado crediticio. El desplome más acusado se ha producido en la financiación a empresas y en el segmento de las hipotecas, cuyo coste ya se mueve sobre niveles de hace más de dos años. De cara a este 2025, las perspectivas para el negocio crediticio son favorables. Los expertos esperan que el momento dulce que atraviesa el sector se prolongue al menos por unos meses más impulsado, precisamente, por los vientos de cola de la economía y la previsión de que el abaratamiento del crédito se verá compensado con mayores volúmenes. De hecho, este es uno de los grandes retos que afronta en los próximos meses, con el foco puesto en el mercado hipotecario cuya evolución va muy ligada al comportamiento que experimente el euríbor a lo largo de los próximos meses.
Por ahora, el arranque de 2025 ha sido positivo tras registrar su mejor enero desde 2008, algo que tiene su reflejo en la firma de hipotecas, que ha arrancado 2025 con un repunte del 11% en comparativa interanual, hasta las 38.058 operaciones, manteniendo la dinámica positiva de los últimos meses. La cuota récord también se extrapola al crédito al consumo tras situarse en enero en los 3.306 millones, la más alta para un inicio de año desde el estallido de la crisis financiera.
E n este contexto, hay que destacar que el consumo de los hogares ha desempeñado un papel determinante en el tirón de la economía española y empujó el PIB un 3,2% en el conjunto del ejercicio, casi cuatro veces más de lo que hizo el conjunto de la eurozona, que se ve frenada por Francia y Alemania, sus principales locomotoras. Cabe destacar también la actividad de las empresas que se disparó más de un 16% en 2024.
Aunque no se puede descartar que la situación geopolítica que se vive a escala global pueda echar por tierra cualquier previsión, entre las principales entidades españolas impera un sentimiento de optimismo ante la expectativa de que pueden contabilizar una nueva marca de beneficio récord. En este sentido, Banco Santander y Bankinter son los que más optimistas se han mostrado ante la posibilidad de que puedan superar los 12.500 y los 953 millones, respectivamente.