La opción de que la compañía dirigida contase con el holding magiar como socio industrial se puso sobre la mesa en un encuentro con Javier Bañón, representante de Trilantic Capital Partners, el fondo británico que controla la mayoría del accionariado de Talgo, quienes mantuvieron un encuentro a finales de abril.
Mientras, desde Ganz-MaVag aseguran no haber tenido contacto alguno ni con CriteriaCaixa ni con el Gobierno. Así, descartan que la opción pueda llegar a concretarse dado el lanzamiento hace ya más de mes y medio de la oferta pública de adquisición sobre Talgo, que obligará a desembolsar hasta 619 millones de euros al consorcio público-privado magiar.
«No hay novedades», apuntan los portavoces del grupo húngaro en España, en relación con la ausencia de respuesta sobre la documentación remitida a la Junta de Inversiones Exteriores para que evalúe la entrada del capital húngaro. Tampoco ha habido contestación a las distintas cartas enviadas a ministros y altos representantes gubernamentales.
Desde que se conoció la operación, Moncloa ha deslizado en varias ocasiones su rechazo al grupo húngaro ante la posibilidad de que existieran vínculos con Rusia, a priori descartados tras revelarse el origen del capital.
A la espera de que se resuelva la operación de Talgo, el gobierno húngaro sí ha logrado ejecutar un ‘plan B’ para ejecutar sus ambiciones de recuperar la industria ferroviaria local. La visita de Estado del presidente chino Xi Jinping a Budapest se ha saldado con el acuerdo para que dos filiales de la empresa china CRRC (China Railway Company) inviertan en Hungría.