Y por muy mal que estuviese al tomar el avión de salida, conforme van pasando los días el animo se recupera y aparecen con fuerza los tics y vicios de ese socialista peleón, incansable al desaliento rodeado de los tramposos del Peugeot y esas cosas que tanto le aplauden en los mítines de forofos que se celebran los fines de semana con media docena de periodistas, a ser posible de la cuerda y en los que el gran líder dice cuatro sandeces y todos aplauden para luego meterse con Feijoo y dar un par de titulares.
Y eso es lo que ha hecho en una especie de tertulia informal resumen de viaje por el continente suramericano asegurando que está «fuerte» y con «las pilas cargadas» para seguir afrontando lo que queda de legislatura, a pesar de los escándalos de corrupción que rodean a su círculo más próximo, y ha prometido seguir «sudando la camiseta» para sacar adelante las iniciativas del Ejecutivo en un contexto parlamentario complicado y una situación internacional difícil.
Claro está que ahí no ha acabado la cosa, porque para eso han encontrado el filón Montoro que en su opinión evidencia una forma de gobernar de las administraciones del PP, ya que Montoro fue ministro tanto con Aznar como con Rajoy. El jefe del Ejecutivo ha garantizado que el Gobierno hará un análisis exhaustivo de las leyes con las que supuestamente Montoro benefició a empresas para revertir los efectos y los privilegios que hubieran podido obtener.
Respecto a la situación del exsecretario de Organización Cerdán, reitera que es el momento de la justicia y hay que dejar que trabajen los jueces, pero sí hace hincapié en que él ha actuado rápido y ha tomado decisiones contundentes.
Ante la incertidumbre de que pueda haber más sobresaltos en el PSOE por casos de corrupción, insiste en manifestar su absoluta tranquilidad por el hecho de haber respondido con esa contundencia y determinación, aunque sí confiesa que le da «rabia» que este tipo de casos puedan provocar desconfianza y opaquen la labor que está haciendo el Gobierno.
También ha admitido que no está siendo fácil sacar adelante las iniciativas legislativas al estar en minoría y sufrir derrotas como la de este martes al no prosperar en el Congreso el real decreto ley antiapagón, pero asegura que el 45% de los objetivos previstos para los cuatro años de mandato ya se han materializado y que se ha conseguido ganar el 86% de las votaciones en la Cámara baja. Un porcentaje que, recuerda, no está lejos del 90% de la legislatura en la que triunfó en 2018 su moción de censura, ni del 89% de la legislatura posterior.
Y como no podía ser de otra manera, perder alguna votación no es otra cosa que la normalidad de un Gobierno en minoría que tiene que pelear cada iniciativa en un Congreso que recalca que no tiene mayoría de izquierdas ni de derechas pero en el que sólo existe un grupo, el socialista, capaz de articular en positivo políticas para el país.
Ante la posibilidad de que acometa una crisis de Gobierno a la vuelta del verano, se limita a afirmar que está muy contento con la composición de su Ejecutivo, y lo que explica que va a ocurrir en septiembre es que va a seguir habiendo un país que avanza, con medidas que sigue logrando sacar adelante el Gobierno y, enfrente, un Partido Popular que patalea.
Bien como se ve, recuperarse parece que se ha recuperado, pero el nivel de frivolidad y superficialidad con el que trata los temas , eso si que no ha mejorado, sino mas bien todo lo contrario como si bajando el listón le permitiese ganar cuota de votantes, cosa sobre laque no quiere hablar ni en pintura, porque el susto que se iban a llevar sus forofos iba a ser monstruoso.