En efecto, apenas quedan 24 horas para el debate y votación de la toma en consideración de la proposición de ley de reforma promovida por el PSOE, y los dos socios de gobierno mantienen posturas totalmente contrarias. Ninguno cede y el choque puede producirse, aunque hay versiones para todos los gustos.
Así, por ejemplo, Podemos sube el tono: acusando a los socialistas de «traición al movimiento feminista» y de no querer negociar su iniciativa, aunque hizo un último llamamiento al acuerdo para evitar que su socio protagonice la «votación de la vergüenza» al sumar sus votos a los de PP y Vox para aprobar su propuesta.
Mientras desde el PSOE, piden a los morados que «recapaciten», aunque señalando que «lo importante es que salga adelante y no tanto con quién». Y también les reclama que sean «respetuosos y prudentes».
De momento en lo único que todos están de acuerdo en que el gobierno seguirá en pie y que esto es una disputa entre las partes.
De hecho, la portavoz del PSOE, la también ministra Alegría, ha pedido este lunes a Podemos que «recapacite su posición» de votar en contra de la toma en consideración de la reforma de la ley del ‘solo sí es sí’ y ha reclamado «prudencia y respeto» a Pablo Iglesias, que este fin de semana les amenazó con un 8-M ‘caliente’ por este motivo.
Y a todo esto la meliflua ministra Diaz considera que todavía “quedan horas suficientes” hasta mañana para que los socios del Ejecutivo puedan llegar a un “acuerdo” de cara a la votación para la toma en consideración de la reforma de la ley del solo sí es sí que se verá este martes en el Congreso. “Yo no me rindo nunca, – ha dicho- el acuerdo es posible. Quedan horas suficientes para ser capaces de llegar a un acuerdo, es lo que me gustaría y lo que deseo que pase mañana”. En este contexto, Díaz ha insistido en la relevancia del feminismo, que ha conseguido “muchísimos éxitos” en los últimos tiempos en España por lo que alrededor de esa bandera “tenemos que encontrarnos todos y todas”.
Así que, aunque es difícil entender en que punto se encuentra la discusión o el pacto la realidad es que a estas horas puede pasar cualquier cosa, aunque en realidad no pasara nada porque Sánchez seguirá en La Moncloa, Montero en su ministerio y todos tan amigos.