Las autoridades no detallan el número oficial de desaparecidos. Serían unas cifras engañosas todavía», señala Carlos Mazón, presidente de la Generalitat de Valencia. Pero, el ministro del Interior, ha anunciado que este sábado se incorporarán otros 500 integrantes del Ejército. Marlaska ha destacado que la Guardia Civil ha rescatado a más de 4.500 personas y ha asegurado que los 120.000 miembros del Ejército, los 160.000 integrantes de la Policía Nacional y la Guardia Civil y todos los funcionarios civiles del Estado están preparados por si fuera necesario su apoyo.
Ha detallado que, además de los 500 militares incorporados este viernes para ayudar por la DANA, hay 1.700 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), 1.800 agentes de la Policía Nacional y 750 de la Guardia Civil, a los que se suman 250 agentes más de este cuerpo pertenecientes al Grupo de Reserva y Seguridad (GRS)..
Hasta ahora, la Generalitat Valenciana había confirmado la muerte de al menos 202 personas por causas relacionadas por las inundaciones de la DANA en la provincia de Valencia. Una cifra provisional a la que hay que sumarle la muerte en Castilla-La Mancha de una mujer en la localidad de Mira (Cuenca), el fallecimiento de un vecino de Letur (Albacete), el pueblo que ha sido devastado por las inundaciones y donde varias personas permanecen desaparecidas, y la primera muerte en Andalucía de un hombre de 71 años, que fue rescatado de su vivienda por las inundaciones que azotaron ayer parte de la provincia de Málaga. Como consecuencia de la magnitud de los hechos, el Gobierno decretó ayer tres días de luto oficial.
Aunque no está claro cuál ha sido el desastre natural con mayor número de muertos en España debido a que solo en las últimas décadas el recuento de víctimas ha seguido una contabilidad más precisa y fiable, las riadas del Vallés de la provincia de Barcelona, en septiembre de 1962, está considerada como la mayor catástrofe natural de la historia reciente de nuestro país, con entre 600 y 1000 víctimas mortales, además de miles de heridos y una gran cantidad de pérdidas económicas.
En segundo lugar se sitúa la tormenta que en octubre de 1973 se cobró la vida de al menos 150 personas en las provincias de Granada, Almería, Alicante y Murcia. Fue en esta última región en la que unas lluvias torrenciales provocaron más daños, con un total de 89 fallecidos. Le sigue el reventón de la presa de Vega de Tera, en la localidad zamorana de Ribadelago, que fue ocasionado por fuertes lluvias torrenciales el 9 de enero de 1959. Con la rotura del dique se liberaron ocho millones de metros cúbicos de agua, arrasando con el pueblo y llevándose por delante la vida de 144 de sus 523 vecinos.