Este encuentro, organizado por el World Economic Forum (WEF), reunirá a representantes de gobiernos, organizaciones internacionales y 1.000 empresas, junto con líderes de la sociedad civil, jóvenes agentes del cambio, emprendedores sociales y medios de comunicación. Davos 2025 arranca en un contexto global marcado por incertidumbres geopolíticas y económicas, tensiones comerciales, polarización cultural y crisis climática. Sin embargo, también es una oportunidad para debatir sobre el impacto positivo de tecnologías como la inteligencia artificial, la computación cuántica y la biotecnología, que prometen impulsar la productividad y mejorar el nivel de vida en todo el mundo.
Desde hace más de 50 años. Este foro anual ha servido como plataforma global donde líderes de empresas, gobiernos, organizaciones internacionales, la sociedad civil y el mundo académico se reúnen para abordar y dialogar acerca de cuestiones críticas. Y en estas más de cinco décadas, el Foro de Davos no ha perdido su espíritu.
En 2025, los organizadores se plantean varias preguntas: “¿Cuáles son las principales cuestiones que deben abordar los líderes para afrontar el reto de colaborar en una era de tecnologías convergentes e hiperinteligencia? ¿Cómo podemos evitar la fragmentación y construir un futuro más inteligente? ¿Cómo puede la innovación hacer frente a crisis como el cambio climático y el abuso de la tecnología? ¿Pueden la acción colectiva y el liderazgo responsable fomentar la igualdad, la sostenibilidad y la colaboración en lugar de profundizar las divisiones existentes?”
Para darles respuesta, el encuentro se organiza en cinco áreas:
1) Reimaginar el crecimiento para construir economías más resilientes. Es necesario identificar nuevas fuentes de expansión en una economía global en constante cambio.
2) Industrias en la era inteligente.Las industrias han adaptado sus estrategias ante los cambios geoeconómicos y tecnológicos. Los líderes deben equilibrar objetivos a corto plazo con imperativos a largo plazo en la transformación de sus sectores.
3) Invertir en las personas. La transición verde, los avances tecnológicos y los cambios económicos afectan empleo, educación y servicios públicos. Tanto el sector público como el privado deben invertir en capital humano y empleos de calidad para construir una sociedad resiliente.
4) Salvaguardar el planeta.
Las alianzas y tecnologías innovadoras son clave para cumplir objetivos climáticos, promover energía limpia y garantizar sistemas energéticos equitativos, sostenibles y seguros.
5) Reconstruir la confianza. Al igual que en la edición de 2024, Davos considera fundamental que las partes interesadas encuentren nuevas formas de cooperación a nivel global y local.
El foro de Davos nace en 1971 en Ginebra (Suiza), como una organización sin ánimo de lucro “independiente, imparcial y no ligada a intereses concretos”. Su fundador es Klaus M. Schwab, un profesor de la Universidad de Ginebra, que invitó a 444 ejecutivos de compañías europeas a un encuentro sobre gestión empresarial en el Centro de Convenciones de Davos.
Su idea era introducir la forma americana de gestionar una compañía en las firmas europeas. Nunca pensó que aquella reunión daría lugar a una cumbre internacional sin parangón.
Del Foro de Davos salen miles de ideas y no todas se materializan. Pero algunas han llegado lejos: el acuerdo de libre comercio de América del Norte (The Northern American Free Trade Agreement, NAFTA), firmado entre Estados Unidos, Canadá y México, se propuso por primera vez en una reunión informal en Davos.