El informe, basado en una encuesta a economistas jefe tanto del sector público como del privado y divulgado con motivo del inicio del Foro de Davos (Suiza), revela que más de la mitad de estos (un 56%) espera que la economía mundial se debilite, mientras que un 43% prevé unas condiciones sin cambios o más fuertes. Las últimas perspectivas de los economistas jefe ponen de manifiesto la precariedad del entorno económico actual», ha declarado la directora general del Foro Económico Mundial, Zahidi, recogidas en un comunicado de prensa del WEF.
Destaca además que aunque las expectativas de inflaciones elevadas se han reducido en todas las regiones, las perspectivas regionales de crecimiento varían mucho y ninguna zona prevé un crecimiento muy fuerte en 2024.
En Europa, las perspectivas se han debilitado significativamente desde la encuesta de septiembre de 2023. De los encuestados, un 77% espera un crecimiento débil o muy débil en el Viejo Continente. Las perspectivas para Asia Meridional y Asia Oriental y el Pacífico se mantienen positivas, prácticamente sin cambios en comparación con la última encuesta, con un 93% de los encuestados asegurando que espera al menos un crecimiento moderado para 2024.
China supone una excepción, con una mayoría menor (69%) que espera un crecimiento moderado. La debilidad del consumo, el descenso de la producción industrial y la preocupación por el mercado inmobiliario pesan sobre las perspectivas de un repunte más fuerte. En Estados Unidos y Oriente Medio y Norte de África también se reciben perspectivas débiles. Alrededor de un 60% de encuestados esperan crecimientos moderados o más fuerte este año.
El informe revela un notable repunte de las expectativas de crecimiento para América Latina y el Caribe, África Subsahariana y Asia Central, aunque las opiniones siguen siendo de crecimiento moderado en términos generales. «El crecimiento se está estancando» y «las desigualdades están aumentando», añade Zahidi, que hace hincapié en «la urgente necesidad de cooperación mundial para impulsar un crecimiento económico sostenible e integrador».
Alrededor de siete de cada diez economistas jefe prevén que el ritmo de la fragmentación geoeconómica se acelere este año, y la mayoría afirma que la geopolítica avivará la volatilidad de la economía mundial (87 %) y de los mercados bursátiles (80 %), aumentará la localización (86 %), reforzará los bloques geoeconómicos (80 %) y ampliará la brecha Norte-Sur (57 %) en los próximos tres años.