Con esa afirmación, Hernández de Cos, da por hecha una bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) el próximo mes de junio, tal y como recoge su escenario central, pero advierte de que hay incertidumbre sobre la continuidad de los recortes más allá de esta fecha. Durante su última intervención al frente, ha avisado de la existencia de múltiples factores que «complican» la tarea de ofrecer orientaciones una vez pasada esa fecha. Así, la expectativa de una reducción de que Lagarde mueva ficha en política monetaria descansa en el «significativo» proceso de desinflación, también de la subyacente, que excluye de su cálculo los precios energéticos y los alimentos frescos, para reconducir el IPC hacia el objetivo del 2% en el medio plazo.
Durante la 19ª edición del IESE Banking, De Cos ha anticipado también que el BdE revisará las previsiones de crecimiento de la economía española para este 2024, en línea con Bruselas, que las revisó al alza este miércoles. En su última intervención como gobernador de la institución, ya que está previsto que deje el cargo en unas semanas, ha destacado el comportamiento «favorable» de la actividad, que llevan a tener expectativas positivas de cara a los próximos dos ejercicios. De Cos también ha aprovechado la intervención para explicar la decisión de activar el colchón de capital anticíclico para el sector bancario de manera gradual. En concreto, ha establecido un 0,5% a partir del cuarto trimestre de 2024, de aplicación para finales del ejercicio siguiente.
Posteriormente, siempre que los riesgos sistémicos cíclicos sigan en un nivel estándar, previsiblemente este colchón se incrementará hasta el 1% en la última parte de 2025, para entrar en vigor el 1 de octubre de 2026. En este sentido, ha explicado que la decisión se produce en mitad de los ingresos récord obtenidos por las entidades y el repunte de la rentabilidad, por lo que tienen capacidad para absorber los nuevos requisitos, ha argumentado. «Los riesgos están en un nivel intermedio y procede la activación del colchón», ha apuntado. Esto se traducirá en una exigencia de 7.500 millones para el sector bancario. De cara a la rentabilidad futura, considera que según las expectativas de mercado, se reducirá ligeramente con respecto a 2023, pero se mantendrá en cotas altas si se compara con los datos históricos.
«Las condiciones refuerzan la confianza en la capacidad de la banca para absorber el requerimiento de un mayor porcentaje de colchón de capital anticíclico sobre las exposiciones ubicadas en España», ha añadido De Cos. A este respecto ha defendido que el incremento de los ratios de capital ayudará a «satisfacer la demanda de crédito con más facilidad», sobre todo en entornos adversos, al igual que sucede en aquellas que disponen de un capital por encima de los requerimientos, que se denomina colchón voluntario de capital. Hasta la fecha, el riesgo sistémico para activar el colchón de capital debía ser alto, por tanto, esta subida tiene un carácter inédito, ya que nunca se había dado. Ahora se activa en un estado intermedio para que se active de manera gradual para que las entidades vayan acumulando, según ha precisado De Cos.
Para el director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución, Ángel Estrada, este colchón ayudará a trasladar la política monetaria y cuenta con la peculiaridad de que se puede liberar, total o parcialmente, en las fases bajistas de los ciclos crediticios para ayudar a mitigar el impacto negativo de las crisis sobre la provisión de crédito a la economía real.
Su activación en un entorno macrofinanciero con un nivel estándar de riesgos sistémicos cíclicos, como ahora, permite que su acumulación sea gradual. En este sentido, se limita también la posibilidad de que sea necesaria una acumulación más acelerada de este colchón en fases en las que los riesgos sistémicos cíclicos se sitúen en un nivel más elevado.
El inicio del proceso de revisión del marco para la fijación del colchón de capital anticíclico por parte del Banco de España supone abrir un periodo de consulta pública en el que se podrán remitir observaciones en un plazo de veinte días. Todas las partes interesadas pueden hacer llegar comentarios u opiniones hasta el próximo 13 de junio. Tanto el Banco Central Europeo como la Autoridad Macroprudencial Consejo de Estabilidad Financiera han sido informados de esta propuesta.