En el pacto para un Gobierno de coalición que PSOE y Sumar firmaron el mes pasado, ambas formaciones se comprometieron a revisar los tributos que gravan a los bancos y las empresas energéticas para «readaptarlos y mantenerlos una vez que expire su periodo de aplicación actual», de forma que ambos sectores «sigan contribuyendo a la justicia fiscal y al sostenimiento del Estado de bienestar». Durante un debate con el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés), José Manuel Campa, celebrado en el XXVIII Encuentro de Economía en S’Agaró (Girona), los responsables de la EBA y el BdE han apostado por que el capital que los bancos deben pagar por este impuesto se quede en el balance de las propias entidades, de forma que sirva para aumentar su robustez y resiliencia, informa Europa Press. De acuerdo con los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria, el gravamen a la banca ha permitido al Estado ingresar unos 1.263 millones este año, que se suman a los cerca 1.644 millones que han abonado las empresas energéticas.
El que fuera secretario de Estado de Economía en el último Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha asegurado que el debate sobre este impuesto solo se da en los países donde son mayoritarios los créditos a tipo variable, como es el caso de España. Son un tipo de préstamos que se están viendo muy afectados por la reciente escalada del Euríbor a raíz de la subida de los tipos de interés que el Banco Central Europeo (BCE) ha venido aplicando para controlar la inflación.Unas horas antes en este mismo foro, el propio vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha instado a los gobiernos a «mantenerse vigilantes», ha advertido de que aún no se puede «cantar victoria» en relación a la inflación (pese a que la tasa anual se moderó el mes pasado en la Eurozona hasta el 2,9%, su nivel más bajo desde julio de 2021) y ha incidido en que si los tipos siguen en el nivel actual durante un periodo de tiempo suficientemente largo, la inflación acabará convergiendo hacia el objetivo del 2% que se ha fijado la entidad. Hernández de Cos también ha hecho referencia al exceso de liquidez de la banca como principal causa de la escasa remuneración de los depósitos que las entidades aplican en nuestro país. Los bancos, ha detallado, tienen una presión «pequeña» para remunerar este tipo de productos porque no tiene que financiar cantidades ingentes de crédito. Desde su punto de vista, cuando se consolide el proceso de reducción de liquidez que está impulsando el BCE, se acelerará el proceso de traslación. Mientras, los hogares han optado por amortizar sus hipotecas y por derivar sus inversiones a la renta fija.
En medio de este contexto, la debilidad de las economías europeas provocada por el alza de tipos, la persistencia de la inflación, la crisis energética o las tensiones geopolíticas, está generando un freno de la actividad en España, como ha empezado a apreciarse en varios de los indicadores macro del tercer trimestre. Preguntado por si los bancos están preparados para un hipotético aumento de la morosidad en medio de esta coyuntura, De Cos ha recordado que el sector ha respondido con gran resiliencia a los últimos tests de estrés. José Manuel Campa, por su parte, cree que habrá un incremento sobre todo en aquellos países donde se han firmado mayoritariamente créditos a tipo variable y lo considera una consecuencia «lógica» del ciclo alcista de los tipos. Por ello, ha llamado a las entidades a elevar sus provisiones