De Guindos ha presentado hoy a la Eurocámara -el grupo de diputados de la Unión Europea- el informe anual del instituto emisor, y ha señalado que la inflación planeará en los niveles actuales -cerró en marzo con un tasa de un 2,4%-, en los próximos meses. Sin embargo, ha augurado que alcanzará el objetivo de un 2% durante el próximo año 2025. «La inflación ha descendido más este año y esperamos que siga bajando en el medio plazo, pero a un ritmo más lento», avanzó en su discurso inicial, en el que también defendió que será «adecuado» relajar la política monetaria restrictiva actual si se dan las condiciones apropiadas.
«Si nuestro análisis actualizado de la inflación, las dinámicas de la inflación subyacente y la fortaleza de la trasmisión de la política monetaria aumentaran nuestra confianza en que la inflación converja hacia nuestro objetivo de una manera sostenible, sería adecuado reducir el nivel actual de restricción monetaria», remarcó.
La inflación cerró en marzo con una tasa interanual del 2,4%, dos décimas menos que la del mes anterior, mientras que la inflación subyacente – que excluye la energía, los alimentos y el tabaco y es la referencia para el Banco Central Europeo (BCE) – también retrocedió dos décimas, hasta el 2,9%.
La eurozona encadenó así tres meses con descensos en su tasa media de inflación desde que experimentó un repunte de cinco décimas en diciembre de 2023, subiendo al 2,9%. Desde entonces, el incremento de los precios fue del 2,8 % en enero, del 2,6% en febrero y del 2,4% en marzo.
«Hemos sido bastante claros. Si las cosas continúan evolucionando como lo han hecho últimamente, en junio estaremos preparados»
«Con respecto a la política monetaria, hemos sido bastante claros. Si las cosas continúan evolucionando como lo han hecho últimamente, en junio estaremos preparados para reducir la restricción de nuestra política monetaria», ha señalado De Guindos ante los eurodiputados de la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo.
Riesgos e incertidumbre económica
Sin embargo, De Guindos ha puntualizado que existen una serie de «riesgos» que podrían modificar esta tendencia a la baja, entre los que citó las subidas salariales, los costes laborales unitarios, los márgenes empresariales y los riesgos geopolíticos. «Con respecto al futuro, teniendo en cuenta el nivel de incertidumbre que tenemos en el escenario económico, creo que hemos sido muy claros con que debemos continuar dependiendo de los datos reunión tras reunión (del BCE). Es muy difícil dar una orientación hacia el futuro, pero en junio tenemos ideas muy claras sobre lo que tenemos que hacer», ha explicado.
En cualquier caso, el vicepresidente del BCE ha defendido que los tipos de interés están actualmente «en niveles que aportan una contribución sustancial al proceso de desinflación en marcha», al tiempo que reiteró que se mantendrán en terreno restrictivo «tanto tiempo como sea necesario».
Durante la última reunión, celebrada el 11 de abril, el BCE decidió mantener en el 4,50% el tipo de interés de referencia, su nivel más alto desde 2001, después de que entre julio de 2022 y septiembre de 2023 los subiera en diez ocasiones en un rango de entre 0,25 y 0,75 puntos.