La presidenta Lagarde aseguró a comienzos de mes que el BCE justo había empezado a discutir si reducir las tasas de interés, dados los avances con la desinflación. Sin embargo, los inversores del mercado son algo escépticos, ya que crecen las preocupaciones de que la Fed de EEUU podría retrasar su movimiento inicial y el BCE podría dudar en actuar por su cuenta para evitar una caída del euro. «Aún no hemos discutido nada sobre movimientos futuros de tasas. Necesitamos recopilar más información. En junio también tendremos nuestras nuevas proyecciones y estaremos listos para discutir esto», señaló De Guindos al diario ‘Naftemporiki’. Si analizamos la evolución reciente de la inflación, podemos ver un proceso desinflacionario muy claro. Esto se refleja tanto en las lecturas de inflación general como básica. El principal riesgo es la combinación de un alto crecimiento salarial, que actualmente ronda el 5%, y una productividad muy baja. Estos dos factores juntos podrían dar lugar a un aumento significativo de los costes laborales unitarios», explicó el ex ministro español en la entrevista con el periódico griego.
Entre los 26 miembros del Consejo de Gobierno, los gobernadores de los bancos centrales de España, los Países Bajos, Irlanda, Grecia y Eslovaquia han respaldado públicamente la fecha de junio para recortar tipos, mientras que el economista jefe del BCE, Philip Lane, respaldó un movimiento en el segundo trimestre, argumentando que el BCE tendría «mucho más» información para junio.
Sobre la dependencia de la Fed a la hora de dar sus próximos pasos, Guindos descarta que vaya a ser un factor decisivo. «Actuamos de forma independiente. La Reserva Federal es, por supuesto, el banco central de la economía más grande del mundo, y analizamos lo que está sucediendo en la economía estadounidense. Pero dependemos de los datos, no de la Reserva Federal, como ha indicado la presidenta Lagarde en el pasado. No apuntamos al tipo de cambio [euro/dólar]», apunta. En opinión del ‘número dos’ del BCE, la políticas del banco central no están centradas en lo que ocurra en EEUU aunque lo tienen en cuenta a la hora de tomar sus decisiones «Varios factores influyen en la evolución de los tipos de cambio, incluidas las diferencias en términos de desempeño económico, la evolución de la inflación y las decisiones tomadas por las autoridades monetarias. Seguimos continuamente los acontecimientos y estoy bastante seguro de que la Fed también está observando lo que sucede en Europa y las decisiones que tomamos. Los bancos centrales se comunican entre sí con frecuencia, pero en cuanto a las decisiones que tomamos, somos totalmente independientes», apuntó.