La advertencia la ha lanzado el vicepresidente del Banco Central Europeo quien ha confiado en que finalmente se imponga el sentido común y no se produzca una subida de aranceles por parte de la nueva administración norteamericana -Trump tomará posesión de su cargo el próximo 20 de enero en Washington- que dé lugar a una escalada en este sentido.
Durante su intervención en un evento con los empresarios madrileños organizado por Madrid Foro Empresarial y patrocinado por IberCaja, el que fuera ministro de Economía español ha incidido en que «es muy importante para Europa a futuro negociar con EEUU, siempre teniendo en consideración que en ultima instancia debemos mantener los valores de cooperación internacional, de cooperación desde el punto de vista de los organismos multilaterales». El ‘número dos’ del BCE ha destacado que esa cooperación ha sido, precisamente, una de las bases del crecimiento económico en las últimas décadas a nivel global. La vuelta del proteccionismo es uno de los principales riesgos para las perspectivas económicas que ha identificado el organismo, por su impacto tanto en el crecimiento económico, como en la inflación y en los tipos de cambio. La semana pasada el BCE recortó los tipos de interés en 0,25 puntos tras revisar a la baja las perspectivas de crecimiento para la región. De Guindos ha recordado que las proyecciones muestran cómo el dinamismo de economía europea se reduce. La entidad calcula que la Eurozona crecerá este año al 0,7%, una décima menos de lo que había calculado en septiembre.
De Guindos ha señalado que, de cara al año que viene esperan que se produzca una ligera recuperación que esperan continúe en 2026. Según ha detallado, la razón por la que esa recuperación no se consolida es que el comportamiento tanto del consumo como de la inversión se ha estabilizado. Ha incidido en que las razones de la debilidad de la inversión son estructurales, pero ha reconocido que del consumo privado esperaban un «mejor comportamiento» al haberse moderado la inflación y estar tirando con fuerza el mercado de trabajo, lo que ha permitido a los ciudadanos recuperar poder adquisitivo.
El vicepresidente del BCE ha recordado la situación fiscal de debilidad que atraviesan varios países de la Eurozona, que también se están encontrando con problemas políticos, lo que a su juicio, aumenta la incertidumbre sobre la consolidación fiscal necesaria, que tiene que estar ahí, aunque sea moderada.