Al presentar el Informe de estabilidad financiera de noviembre, de Guindos señalo que “las perspectivas para la estabilidad financiera son frágiles en la medida que las condiciones financieras más severas se propagan cada vez más a la economía real en un entorno de débil crecimiento, elevada inflación y aumento de las tensiones geopolíticas”.
El informe destaca que “el impacto completo de las condiciones financieras más severas en la economía real aún está por sentir” porque muchos bancos prolongaron el vencimiento de créditos a las empresas cuando los tipos de interés estaban muy bajos.
Por ello algunas empresas, financieras y no financieras, pueden tener problemas cuando aumente el coste de sus créditos. Esto ya se ve en los mercados inmobiliarios de la zona del euro, que caen. En los mercados de la propiedad residencial los precios han bajado porque las viviendas son menos asequibles debido a que aumentan los costes de financiación de las hipotecas.
En los mercados inmobiliarios comerciales, al aumento de los costes de financiación por la subida de los tipos de interés se ha añadido la demanda más baja de oficinas y de propiedad minorista desde la pandemia. “Las débiles perspectivas económicas junto con las consecuencias de la elevada inflación fuerzan la capacidad de la gente, las empresas y los gobiernos de devolver su deuda”, dijo de Guindos al presentar el informe.
Por ello el BCE considera que es muy importante seguir muy atentos porque la transición de la economía a un entorno de tipos de interés más elevados se une al aumento de las incertidumbres y las tensiones geopolíticas. Los mercados financieros siguen expuestos a una situación macrofinanciera y geopolítica adversa que se puede exacerbar por los problemas de las instituciones financieras no bancarias. Unos costes de endeudamiento y de devolución de la deuda más elevados pondrán a prueba la resistencia de los hogares, las empresas y los gobiernos, según el informe del BCE.
Los bancos de la zona del euro aumentan su rentabilidad por el aumento de los tipos de interés pero también tienen que afrontar costes de financiación más elevados, empeora la calidad de sus activos y baja el volumen de sus préstamos. Además, se han mostrado resistentes a impactos desde la pandemia y su rentabilidad aumenta. Pero tienen viento en contra por el aumento de los costes de financiación en la medida que pasan las subidas de los tipos de interés a los depositantes y sus depósitos cambian de depósitos a un día a depósitos a plazo más caros o bonos. Además, la calidad de sus activos puede empeorar y su rentabilidad se verá afectada por la caída de los volúmenes de préstamos.
Fnnalmente De Guindos señalo que los fondos de inversión y otras instituciones financieras no bancarias tienen riesgos de liquidez, de crédito y de apalancamiento.