Así lo ha confirmado el vicepresidente de la entidad europea, de Guindos, quien asegura que el proceso de desinflación «está bien encaminado» y las preocupaciones por el aumento de los precios han cedido el testigo al bajo crecimiento de la Eurozona. La próxima reunión de política monetaria del supervisor europeo se producirá el 30 de enero y marcará el ritmo del euríbor, además de las próximas subastas de Letras del Tesoro Público.
En un discurso realizado en la 15ª edición del Spain Investors Day, el exministro de Economía del Gobierno de España ha resaltado los «avances sustanciales» para devolver a la inflación en la zona euro al objetivo del 2%, después de que el BCE recortase los tipos de interés cuatro veces desde el mes de junio de 2024, con un total de 100 puntos básicos.
«La buena noticia es que el proceso de desinflación está bien encaminado», ha resumido Guindos, recordando que en 2024 la tasa de inflación promedio fue del 2,4%, mientras que la mayoría de los indicadores de inflación subyacente sugieren que una estabilización cerca del objetivo a medio plazo de manera sostenida y, a pesar de que la inflación de servicios sigue siendo alta como consecuencia del impacto de los salarios, el crecimiento de estos también se ha moderado. Pese a todo, el vicepresidente del BCE ha advertido de que las perspectivas para la economía de la zona euro «siguen siendo débiles» y sujetas a una incertidumbre significativa. De hecho, la información más reciente sugiere que la economía «está perdiendo impulso», aunque el mercado laboral sigue siendo resistente.
«El equilibrio de los riesgos macroeconómicos ha pasado de las preocupaciones por una alta inflación a las preocupaciones por un bajo crecimiento», ha explicado Guindos, añadiendo que las perspectivas se ven empañadas por una incertidumbre aún mayor, impulsada por posibles fricciones comerciales globales, fragmentación macroeconómica, tensiones geopolíticas y preocupaciones sobre política fiscal en la Eurozona.
De cara al futuro, el vicepresidente del BCE cree que se dan las condiciones para que el crecimiento se fortalezca durante el horizonte de proyección, aunque menos de lo previsto en rondas anteriores, y espera que, a medida que continúa la recuperación de los salarios y cae la inflación, el aumento de los salarios reales debería conducir a un mayor gasto de los hogares. Asimismo, si las tensiones comerciales no se intensifican, las exportaciones también deberían respaldar la recuperación a medida que aumenta la demanda mundial.
Después del recorte de tipos de 25 puntos básicos acordado en diciembre, el vicepresidente del BCE ha indicado que si los datos que se avecinan confirman la línea de base de la entidad, «la trayectoria de la política monetaria es clara y esperamos seguir reduciendo aún más el carácter restrictivo de la misma».
Por último, de Guindos ha reiterado que el alto nivel de incertidumbre exige prudencia, por lo que el BCE no se compromete de antemano con una determinada trayectoria de tipos y continuará aplicando un enfoque basado en datos y reunión por reunión para determinar la postura de política monetaria adecuada