El vicepresidente del Banco Central Europeo ha pedido este miércoles «mucha prudencia» a la banca en el reparto de dividendos, así como en los niveles de capital y en la liquidez porque el futuro es incierto y «las circunstancias no van a ser sencillas». De Guindos ha advertido de que la economía europea, aunque no entre en recesión, tendrá un crecimiento moderado, la inflación subyacente sigue alta, la liquidez se reducirá y puede ocurrir cualquier «accidente» como la reciente quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos o la crisis de Credit Suisse.
Por eso, durante su participación en la clausura del 18 Encuentro de Banca, organizado por el IESE, el vicepresidente del BCE ha recomendado a los bancos mucha prudencia en su actuación y ha asegurado que, en materia de supervisión, desde la institución estarán «muy atentos». Aún así ha marcado distancias entre la situación de la banca europea y la estadounidense. La rentabilidad del sector en el Viejo Continente, recordó, mejoró en 2022, con mayores ingresos, pagos de dividendo, niveles de capital CET1 por encima del 15 %, una tasa de morosidad estable y una buena posición de liquidez.
«Los bancos europeos están sorteando la tormenta bien», pero De Guindos ha insistido en que no hay que ser autocomplacientes porque la financiación se está encareciendo y la demanda de crédito se ralentiza. En esta coyuntura, De Guindos sigue pensando que la Unión Europea debe implantar plenamente los aspectos pendientes de Basilea III, «sin la menor demora», y completar la unión bancaria, además de que la unión del mercado de capital debe ser una de las prioridades.
En cuanto a los tipos de interés, ha dejado claro que previsiblemente habrá más subidas y dependerán de los datos de cada momento, ya que la inflación continúa en entornos elevados. «Nos queda todavía parte del viaje por realizar», ha dicho, al tiempo que ha animado a ir retirando las medidas y ayudas adoptadas en los diferentes países para hacer frete al shock de los precios de la energía. Su tesis es que la política fiscal tiene que ser compatible con la política monetaria. Sobre la caída del SVB, aunque De Guindos descarta que pueda suceder algo parecido en la banca europea, sí ha considerado importante reflexionar sobre la tecnología y el alcance de las redes sociales para plantearse cómo de rápido se puede «vaciar» un banco hoy en día, en alusión a una posible retirada masiva de depósitos.
Y hablando del desarrollo de la tecnología, De Guindos ha dejado claro que el dinero físico no va a desaparecer y sigue siendo el principal medio de pago en Europa, lo que es compatible con explorar la posibilidad de implantar un euro digital. No obstante, «tiene implicaciones por el impacto en el sistema bancario europeo donde los depósitos son claves». Por último, preguntado por el impuesto extraordinario a la banca aprobado en España, el vicepresidente del BCE se limitó a recordar que la opinión general del banco central es que este tipo de gravámenes no deben afectar a la solvencia de las entidades ni a la concesión de crédito.