El barcelonés supo cambiar el concepto de aquellas coctelerías oscuras, lúgubres y solo habitadas por hombres, a otro abierto, diferente y para todos los públicos, donde la excelencia y la profesionalidad son su sello. La historia de De las Muelas arranca en la Ciudad Condal, donde cursó sus estudios en la Universidad de Medicina y en la Escuela de Arquitectura.
Con una gran inquietud por emprender, y ya universitario, realizó diversos trabajos: en Correos, en el Ayuntamiento de Barcelona, como encuestador, vendedor de los primeros cómics underground creados en España, colaborador en promotoras de conciertos de música rock —tuvo la oportunidad de tratar con referentes de la música, como David Bowie, Lou Reed, Sting o Mike Oldfield, y con grupos como Jethro Tull o Roxy Music; más recientemente, y conservando ese espíritu, ha mantenido contacto con Hans Zimmer—.
Esos intereses le permitieron vivir tanto la movida barcelonesa como la madrileña, de ahí su relación con creativos y artistas como Mariscal, Miquel Barceló, Ouka Lele, El Hortelano, Ceesepe y un largo etcétera. Hasta ese momento, su vida era el estudio, el trabajo, la música, los teatros y los bares.
Se inició como empresario de hostelería en 1979, fecha en la que creó el cocktail bar Gimlet, mítico local de Barcelona, que se convertiría enseguida en un referente al romper el paradigma de lo que habían sido hasta entonces los bares de cócteles en España. Tras ello, abrió Nick Havanna, primer multiespacio urbano de España, en 1986; Casa Fernández, en 1989; la clásica cervecería Montesquiu de 1952, recreada en 1991 y más recientemente, en 2022, y la ya legendaria Dry Martini, fundada en 1978 y gestionada por él desde 1996. Y es que la historia de Dry Martini va inexorablemente unida a la de Javier de las Muelas.
Fue tras cursar un Programa de Alta Dirección de Empresas (PADE) en 2005 en la escuela universitaria de negocios IESE, cuando De las Muelas decide implementar un modelo de negocio alrededor de su compañía Dry Martini Organization; su intención era replicar ese modelo en diferentes espacios, siempre en cadenas hoteleras de lujo (Marriott, Four Seasons, Hyatt, Meliá…). Es así como empieza a crecer a través de alianzas con grandes compañías en Italia, México, Singapur o China. Sus Dry Martini son un ejemplo de su interpretación de la cultura del bar, donde prevalece la búsqueda de la excelencia. Como marca, Dry Martini está reconocido internacionalmente como uno de los diez mejores bares del mundo, según Tyler Brûlè, periodista y editor fundador de las prestigiosas revistas Wallpaper y Monocle, y, además, durante siete años permaneció en la lista de los The World’s 50 Best Bars. «El cliente es el máximo protagonista de un bar y las personas que trabajan en las barras son sus proveedores, aquellos que les surten de lo que necesitan en ese momento para que la película de sus vidas siga rodando. Lo más importante es entregar y servir a las personas», apostilla De las Muelas.
De las Muelas ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales; entre ellos, destacan el Helen David Lifetime Achievement Award, el máximo galardón mundial que se otorga a una persona como reconocimiento a sus logros y aportación al mundo de la coctelería y del bar, y el Premio Gourmet, otorgado por la revista Esquire, al ser considerado una de las diez personalidades más icónicas de la última década. Además, es autor de cuatro libros: Cocktails & drinks, que alcanza ya la octava edición; Cocktails & food, donde 50 de los principales cocineros y pasteleros españoles combinan sus creaciones con los cócteles propuestos por Javier; Cócteles para dummies y The Bar. Homenaje al Dry Martini.