Todo ello sin tener en consideración el impacto de la dana de finales de octubre, cuyo coste fue asumido, «fundamentalmente, por la Hacienda central», detalla el informe. El documento analiza el saldo presupuestario de las comunidades autónomas desde dos marcadores diferenciados: en términos absolutos, esto es, la cifra de millones de euros, y en porcentaje de Producto Interior Bruto (PIB). En ambos casos se constata que la Comunitat Valenciana, Murcia, Euskadi, Cataluña, la Comunidad de Madrid y La Rioja fueron las seis regiones españolas que terminaron el año con déficit presupuestario frente al resto, que finalizó en situación de superávit.
En el primer caso, la Comunidad Valenciana registró los mayores niveles de déficit en términos absolutos, con un agujero de -2.700 millones de euros, seguido de Cataluña, con -1.200 millones y la Comunidad de Madrid y Euskadi, con en torno a una cifra de -500 millones. Murcia se situó por debajo de los -500 millones y, en el caso de La Rioja, el saldo quedó prácticamente a cero.
Asimismo, Andalucía, con más 1.500 millones de euros, encabeza la tabla de las regiones que terminaron con superávit, por encima de Canarias, que superó los 500 millones de euros. Por detrás quedaron Extremadura, Navarra, Asturias, Galicia, Cantabria, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha y Castilla y León, por debajo de los 500 millones.
Atendiendo al segundo marcador, la Comunitat Valenciana terminó 2024 con el mayor porcentaje de déficit según el PIB, con un 1,88%, por delante de la Región de Murcia, donde alcanzó el 1,11%. Después siguió Euskadi, con un 0,63%; Cataluña, con un 0,41%; la Comunidad de Madrid, con un 0,19%; y La Rioja, con un 0,04%.
En el lado opuesto, Extremadura finalizó el año pasado con las mejores cifras de saldo presupuestario según el PIB, con un 1,59% de superávit. Le siguieron Navarra, con un 0,97%; Canarias, con un 0,93%; Asturias, con un 0,86%; Cantabria, con un 0,76%; y Andalucía, con un 0,74%.
El resto de autonomías se establecieron entre el 0,26% de Andalucía y Aragón, el 0,25% de Baleares, el 0,13% de Galicia y el 0,03% de Castilla-La Mancha y Castilla y León.
En conjunto, el déficit de las comunidades autónomas se situó en 2024 en -1.925 millones de euros, en contraposición al estado de las cuentas de los ayuntamientos, que finalizaron en 2024 con un superávit de 6.520 millones de euros. Eso sí, en términos de contabilidad nacional, las comunidades autónomas «observaron un crecimiento de los recursos no financieros» del 10,85%, mientras que los empleos no financieros aumentaron en un 5,58%, según el texto, que destaca el crecimiento de los ingresos impositivos y esgrime, en consecuencia, una «buena dinámica de la economía».
En el conjunto de la Administración General del Estado, el saldo presupuestario negativo fue de -46.292 millones, una cifra resultante de la incorporación del impacto de gastos extraordinarios como las ayudas por la dana, especialmente en la Comunitat Valenciana, y del «considerable esfuerzo de transferencias en favor de las comunidades autónomas», resalta el informe.
