En medio de tanta desconexión entre mercados y fundamentos, la gran pregunta es: ¿cuánto durará el hechizo?
La economía de Estados Unidos registra señales preocupantes con una caída del PIB de -0,3%, frente al +0,3% esperado. Es la primera lectura negativa desde 2022. Además, la inflación repunta: el índice PCE subió a +3,7%, su mayor nivel en un año. ¿El riesgo? La estanflación, esta incomoda combinación de una economía que se enfría mientras los precios suben.
Este contexto económico deja a la Reserva Federal en un dilema: ¿subir tipos y agravar la desaceleración, o mantenerlos y avivar la inflación?
Señales de alarma en la economía.
Industria en declive:
La industria registra datos que históricamente han precedido recesiones:
• ISM manufacturero: 48,7
• Producción industrial: 44,0
• Fed de Dallas: -35,8
Wall Street va por libre
Pese a los datos, los mercados siguen de fiesta: el S&P500 sube un +17% en solo 18 días, con más de $400.000 millones en capitalización agregada por jornada. El índice de «Fear & Greed» paso de miedo extremo a neutral en tiempo récord. Pero los grandes no compran este rally. Los Hedge Funds están en máximos de posiciones bajistas desde 2022 y los grandes inversores reducen drásticamente su exposición a las 7 Magnificas.
Indicadores económicos mixtos
• Oro a la baja, caída de un 8% en una toma de beneficios liderada por inversores asiáticos.
• Empleo en Estados Unidos se muestra resistente con 177.000 empleos creados en abril y un desempleo estable en 4,2%.
Europa: inflación terca y empleo sólido.
Inflación al 2,2%, aún por encima del objetivo del BCE. Desempleo en mínimos históricos del 6,2%. Aunque hay síntomas de deceleración en países como Alemania y España, el consumo privado sostiene parte del crecimiento. El BCE sigue en modo vigilante: ni prisa por bajar tipos, ni margen para relajarse.
India capta la atención global con una economía que crece por encima del 6%, posicionando el país como destino estrella para el capital internacional con récord de flujos de inversión extranjera, fuerte impulso digital y demográfico y reformar estructurales que mejoran la confianza. En un entorno incierto, los inversores buscan estabilidad y crecimiento, y lo encuentran en los mercados emergentes, especialmente en India.
Cambios en los mercados financieros.
• El dólar pierde fuerza como refugio y se debilita frente al euro, que cotiza cerca de 1,13.
• Los bonos del Tesoro también pierden atractivo: la rentabilidad a 10 años cae por debajo del 4,2%.
• La narrativa del «refugio seguro» de Estados Unidos empieza a resquebrajarse ante las dudas sobre su crecimiento y sobre la próxima jugada de la Fed.
• Petróleo en compás de espera. El Brent cierra abril en $63,37/barril, con una caída del 15,5%. La desaceleración global pesa, pero el crecimiento de economías emergentes como India podría sostener parte de la demanda y evitar mayores caídas.
Conclusión: desconexión entre economía y mercados
La macroeconomía lanza señales de alarma y los mercados se comportan como si todo estuviera en orden. Los inversores giran la mirada hacia India y otros emergentes, mientras los refugios tradicionales pierden brillo. La pregunta no es si esta desconexión acabará, sino cuándo y cómo lo hará.