«Es necesario un esfuerzo adicional de consolidación para que España alcance una posición presupuestaria saneada», señala el informe del Ejecutivo comunitario publicado este lunes que evalúa las principales vulnerabilidades y desequilibrios macroeconómicos de España y otros cinco Estados miembro. Para garantizar una reducción de la deuda a medio y a largo plazo, Bruselas advierte de que será necesario «reducir claramente el déficit estructural», al tiempo que recomienda abordar «las futuras presiones presupuestarias por el lado del gasto relacionadas con el envejecimiento de la población, así como con la sanidad y los cuidados de larga duración».
El informe apunta que «la aplicación de una estrategia de saneamiento creíble podría aprovechar y complementar el conjunto de reformas previstas en el marco del plan de recuperación y resiliencia, centradas tanto en los gastos como en los ingresos, y que se espera contribuyan a reducir la vulnerabilidad presupuestaria global de España a medio plazo». Las previsiones macroeconómicas de la Comisión calculan que la deuda española descienda al 106,5% en 2024, mientras que se prevé que el déficit baje del 4,1% al 3,2%, todavía por encima de los umbrales que exigen las reglas fiscales de la UE –60% para la deuda y 3% para el déficit–, que volverán a aplicarse desde mayo con un nuevo marco, mientras que los Estados miembro deberán presentar sus planes fiscales a medio plazo el 20 de septiembre.
Pese a que el informe reconoce que en la última década se han logrado «importantes avances», insiste en que «es necesario un mayor esfuerzo, sobre todo para reducir la elevada deuda pública», a lo que contribuirá la estrategia fiscal a medio plazo.
Por el lado del gasto, la Comisión celebra que España empezase a aplicar las recomendaciones formuladas en las revisiones del gasto realizadas por la autoridad fiscal independiente (AIReF), mientras que en lo que respecta a ingresos, la evaluación apunta a que algunas medidas ya adoptadas están contribuyendo al aumento de los ingresos públicos y ayudando a reducir la diferencia con la media de la UE.
Bruselas señala que una vez aplicadas, las políticas encaminadas a reducir la dependencia de España de las importaciones de energía y a aumentar la competitividad del sector empresarial contribuirán a reducir aún más las vulnerabilidades externas, a lo que ayudarán también algunas medidas del plan de recuperación que abordan los gastos y los ingresos del presupuesto público, ya que acelerarán la trayectoria descendente de la ratio deuda pública/PIB.
Asimismo, el informe indica que tanto las medidas anteriores como las actuales del mercado laboral «han demostrado, y siguen demostrando, su eficacia para reducir el número de empleados temporales y el desempleo».
En este sentido, la Comisión ha constatado que la reforma del mercado laboral aprobada en diciembre de 2021 ha contribuido «decisivamente» a la reducción de la temporalidad en el sector privado, aunque pide también que se tomen las medidas necesarias para hacer frente a la «persistente y elevada» proporción de empleados temporales en el sector público.