Y en ese nivel de enfrentamientos dos personajes recogen, probablemente los niveles mas altos que lucha política conciben, nos referimos a la constante descalificación a la que se someten la presidente de Madrid y el presidente del Gobierno. Muchas de ellas tienen su explicación y justificación en la obsesión del uno con la otra y la permanente respuesta que realiza la política madrileña, aunque nada de ello justifica el intento de llevar al novio de la presidenta ante los tribunales de manera torticera que de momento solo ha provocado la dimisión del líder socialista de la CC AA de Madrid y la imputación del Fiscal General por abusos jurídico mas que notorio
En ese nivel de enfrentamiento la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, ha acudido al programa de ‘Espejo Público’ de Antena 3 para despacharse mas que a gusto y sin ahorrarse calificativos de ningún tipo. Como se sabe, durante los días de ese ataque Ayuso se encontraba de viaje en Corea del Sur, promocionando Madid, pero hoy ha afirmado, entre otras cosas, que se está viendo que lo que se ha orquestado es una operación de Estado que empieza desde el propio presidente del Gobierno, que es un cobarde, y que decide intentar destruirme».
Ayuso considera que hay «corrupción de Estado de arriba a abajo y el ‘sanchismo’ necesita controlar los medios, los jueces y, sobre todo, extender el miedo». Y acusa al PSOE de no tener un proyecto político de futuro, «hay que gobernar con altura de miras, no para los tuyos y contra todos los demás». «Este partido, que no tiene proyectos, ha decidido que solo se puede quedar en la Moncloa para desde dentro perseguir a los jueces, a los fiscales, controlar el Supremo, medios de comunicación…», afirma Díaz Ayuso, que asegura que fue Pedro Sánchez quien puso en funcionamiento «a todos los poderes del Estado» contra ella. Por ejemplo, «a la fiscalía general del Estado, cuyo fiscal -Álvaro García Ortiz- está imputado, a la abogada del Estado… ¿Hay derecho a que esto esté ocurriendo?
Es más, Isabel Díaz Ayuso asegura que con estas actuaciones «todo el que sea incómodo -para el Gobierno de Sánchez- será dilapidado y acuchillado y es lo que quisieron mostrar ayer con Chaves y Griñán (…) todo el que cometa delitos será indultado y perdonado (…) el desguace a la democracia española y a sus instituciones va a ser irreparable».
Pocas cosas mas se pueden decir, así que ahora hay que esperar a la contestación en forma de no se sabe muy bien que, que realicen desde La Moncloa y aledaños los fontaneros al servicio de Sánchez, porque lo que si es seguro es que el grosor de las descalificaciones no ha gustado en Moncloa acostumbrados a que sus ataques no tengan respuesta.